Tamaulipas. 28 de marzo de 2021.- Los migrantes latinoamericanos que se dirigen a Estados Unidos a través del estado mexicano de Tamaulipas se ven obligados a comprar unos brazaletes para que no les ataquen los cárteles de la droga, de acuerdo con una investigación de la agencia Reuters.
Funcionarios fronterizos estadounidenses notaron una creciente tendencia entre los cárteles de la droga y los traficantes de rastrear e identificar mediante pulseras de plástico de diferentes colores a las personas que pagan para cruzar ilegalmente el río Grande hacia el territorio estadounidense.
Matthew Dyman, portavoz de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU., dijo a Reuters que agentes de la Patrulla Fronteriza en el sector del valle del río Grande, que se extiende por más de 88 mil kilómetros cuadrados a lo largo de la frontera en el sureste de Texas, vieron durante varias detenciones a migrantes que llevaban brazaletes.
Según explicó, “la información de las pulseras representa una multitud de datos que utilizan las organizaciones de contrabando, como el estado de pago o la afiliación con grupos de contrabandistas”. Se supone que los brazaletes son un sistema para designar quién pagó por el derecho de transitar a través del territorio de un cártel para evitar asesinatos ‘por error’.
Un migrante de Honduras en Reynosa relató a Reuters que pagó 500 dólares a uno de los grupos criminales de la ciudad a su llegada, hace unos meses, y mostró una foto de la pulsera morada que llevaba para protegerse contra el secuestro o la extorsión.
Compartió también que una vez que los migrantes o los traficantes han pagado por el derecho a cruzar el río, también controlado por grupos criminales, recibían otro brazalete.
En febrero, los agentes fronterizos estadounidenses llevaron a cabo cerca de 100.000 detenciones o expulsiones de migrantes en la frontera entre EE.UU. y México. La situación actual en la frontera ha sido catalogada de crítica, a pesar de que el Gobierno de Joe Biden niegue la existencia de una crisis generada por el aumento del flujo de migrantes que buscan cruzar al territorio estadounidense en medio de las difícil situación económica y sanitaria por la pandemia en la región.
El uso de los brazaletes, de plástico liviano con broches, parece una nueva táctica de algunos grupos de coyotes para coordinar mejor el azaroso y complicado trayecto.
Las noticias sobre los brazaletes se conocen en un momento en que hay un repunte de las llegadas de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos. Se espera que las aprehensiones alcancen el punto más alto en las dos últimas décadas, lo que complicaría la promesa del Presidente estadounidenses Joe Biden de dar a los migrantes un trato más humano que lo hecho por la administración de Donald Trump.
Los brazaletes plásticos comenzaron a aparecer hace seis meses en el sur de Texas, frente al estado de Tamaulipas, según comentó un vocero de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos en entrevista con InSight Crime. Estos muchas veces son desechados a lo largo de las riberas del Río Grande y otras rutas por cruces fronterizos clandestinos.
Algunos brazaletes están marcados con las palabras “ingreso” o “llegada”, según Reuters. Las autoridades estadounidenses sospechan que es una forma de hacer un seguimiento a todos los integrantes de un grupo, así como llevar registro de quién pagó por qué tipo de viaje.
De hecho, es probable que los brazaletes sean una manera de identificar con facilidad a los migrantes y confirmar que pagaron por el derecho de pasar por zonas controladas por criminales sin ser sometidos a extorsiones, secuestros o asesinato.
En ocasiones, los traficantes pueden cobrar miles de dólares por escapar de Centroamérica, arriesgándose a ser detenidos en zonas de México muy patrulladas, como Chiapas. En muchos casos, los migrantes se endeudan para pagar el costo, el cual les garantiza dos o tres intentos de llegar a Estados Unidos.
Fuente: actualidad.rt.com