La amenaza suicida de un hombre en la ciudad de Puebla se mantuvo en suspenso durante más de 12 horas, todo empezó cerca de las 10 de la noche del jueves, cuando subió a la parte más alta de los E edificios 31 y E 32 en la unidad habitacional San Bartolo, desde las alturas de un cuarto piso y con decenas de espectadores en calles y coches amagó con aventarse al vacío.
Con las miradas vigilantes encima, el hombre caminó sobre la azotea, se asomó al piso, se sentó, se detuvo al borde de la cornisa y durante la noche se recostó en la orilla, simulando que en cualquier momento se lanzaría, colgaba medio cuerpo o las piernas, hablaba solo y también le gritaba a la gente.
Los cuerpos destinados a la contención psicológica en emergencias de Protección Civil, secretaría de seguridad ciudadana y policía estatal, así como bomberos llegaron a la zona; la noche fue larga, todos estuvieron en vilo durante horas, pero el hombre permaneció despierto.
Con la luz del día intensificó su amenaza, visiblemente influenciado por algún estupefaciente se mantuvo hiperactivo por mucho tiempo, los edificios fueron rodeados a fin de persuadirlo para declinar de su intento, pero fue en vano. Estaban listas las cuerdas, los psicólogos y la lona de rescate, pero al notar una presencia numerosa de rescatistas en la azotea, el hombre se puso nervioso, discutió con ellos, los retó y empezó a correr de un lado a otro muy cerca del borde de los edificios, abajo los rescatistas esperaban la caída a ojos ciegos, por eso en su desesperación el hombre les ganó, aunque quiso detenerse resbaló y cayó al piso.
Desde otro ángulo la caída se observa con mayor claridad y también el vaivén de los rescatistas, es evidente que les gana y en el trayecto, se golpea con las protecciones de una casa y luego cae al piso, pero se salvó de milagro.
“Lo único que nos dijo la familiar fue le daba gracias a Dios por habernos traído, por haber estado aquí orando con ella y estarlo apoyando”, dijo una vecina.
El hombre se llama Adrián y tiene 40 años, es originario del Estado de México, vino a Puebla unos días a visitar a su mamá y a su hermana, quienes viven en Geovillas del Sur, desde hace algunos días tenía problemas en la pierna y buscó atención médica sin éxito, llegó a San Bartolo para reunirse con amigos, la fiesta habría empezado con bebidas alcohólicas y terminó con consumo de cocaína, la droga lo incitó a aventarse, dijeron algunos.
Fue trasladado al hospital de Traumatología y Ortopedia del gobierno del estado y su salud no se reporta como grave, aunque tiene daños en la cadera que podrían dejarlo inmóvil.
Con información de Excelsior