Un gran número de mujeres, además de caravanas de vehículos y ciclistas, marchan desde el bulevar Kino y concluirán la caminata hasta la plaza Emiliana de Zubeldía, en Hermosillo. En el evento se leen consignas de “nos quemaron y nos hicimos fuego” “si no vuelvo mañana, recuérdame llena de sueños”, “No murió la mataron”; madres, hijas, hermanas se conglomeran para exigir justicia y un alto a los feminicidios.
Mujeres de todas las edades tomaron la avenida principal, entre ellas la señora Elizabeth. Esta vez decidió marchar por su hija Verania. Iba acompañada de sus otras dos hijas menores.
“No quiero que pase lo mismo con ellas”, expresó con lágrimas en sus ojos.
El caso de Verania, como el de muchas, es uno de los muchos cuadros de violencia, que terminan en feminicidios. Se trataba de una adolescente, quien fue asesinada por alguien cercano a la familia.
“Cuídense mucho”, dijo Elizabeth para las jóvenes que se encuentren en alguna situación parecida o estén expuestas.
Karina Moroyoqui y su familia, junto a la pequeña Amayrani de 10 años, también son parte de esta dinámica. También, Blanca, otra madre decidió traer también a sus hijas para visibilizar la importancia de la consigna feminista.
Es notable el impacto que hay entre mujeres de todas las edades, y profesiones, mostrando así el aumento de las marchantes, sin embargo, cada vez más adolescentes y niñas se unen a la causa del movimiento.