Carlos Chavira es un destacado creador de contenidos, productor musical de videos que suelen reventar las redes sociales y cabeza de una generación de chavos, que, con un extraordinario manejo de voz, terminó por incomodar al poder en turno debido a la potente formación de criterio entre la opinión pública.
Su historia cobra fuerza al volver de EEUU a finales de 2011 y en plena campaña presidencial en la que participaban Peña Nieto, Vázquez Mota y López Obrador, al chico de entonces 24 años, apenas con un pie en Ciudad de México, se le ocurre la loca idea de realizar una parodia política “Peña Nieto solo un títere”, usando como base el video The Lazy Song de Bruno Mars, que en ese momento estaba en el top musical, pero en vez de aparecer rodeado de simios como en la realización original, en su entorno bailaban personas con máscaras puestas de los aspirantes a la silla presidencial.
El trabajo digital fue un trancazo. Rápido se viralizó y Chavira se posicionó inmediatamente como influencer consentido de los usuarios de redes porque, además del ingenio y recursos para producciones novedosas, posee una voz privilegiada para doblar a quien se proponga. Ese talento, con el olfato de Carlos para leer muy bien entre líneas, comenzó a gustar entre los consumidores de nuevos contenidos y, al mismo tiempo, a quitarle el sueño a algunos poderosos.
Todos nos reímos con su gran imitación de Peña. “Fui duro con el ex presidente”, me dice Chavira. Los portales de noticias locales, como Aristeguionline y medios internacionales como Al Jazeera narraron su aparición en el escenario y destacaron su sorprendente estilo y humor político para poner sus temas en boca de todos. “Hasta pensé que llegarían a patear mi puerta”.
El productor ofrece datos duros que revelan por qué se volvió de los influencers más populares. 50 millones de vistas alcanzaba su trabajo en un mes, con hasta 30 millones de interacciones.
La conversación del joven de Chihuahua con este reportero, ocurre en medio de la propuesta del presidente en turno, López Obrador, y de Morena, para limitar el contenido e información en las redes sociales. El proyecto, según especialistas en temas digitales e integrantes de la oposición, tiene el objetivo de blindar al mandatario de las críticas y salvarlo para decir lo que sea.
Los números, sin embargo, dieron un giro: la censura en redes -así lo llama- está vigente desde antes de diciembre de 2018. Hoy apenas alcanza un millón 800 mil vistas, es decir 48 millones menos que en el sexenio pasado. Mediante campañas de usuarios afines a la 4T, sincronizadas para hacer denuncias a las plataformas, le bajaron todas las parodias de López Obrador. Recuerda una alcanzó más de 3 millones en un día, misma que adaptó en inglés y dedicada a Trump. En un día, esa parodia tuvo más de 11 millones de vistas en Washington y nadie se quejó.
La entrevista completa con Chavira estará disponible a partir de la tarde de este lunes en mis redes @AlexSanchezMx de Twitter y Youtube.