Hermosillo, Sonora.- La mañana de Navidad, Cecilia fue a la estufa para calentar el desayuno de su hija. Abrió la llave del gas y, apenas acercó el encendedor a la parrilla, explotó. El fuego le causó quemaduras de primer y segundo grado en uno de sus brazos, los cristales de las ventanas se destrozaron y ella se quedó sin su fuente de trabajo: el aparato con el que cocinaba para vender.
Cecilia Coronado, de 42 años, a diario prepara tortas de pierna y Félix, su esposo, las entrega a bordo de su taxi. Empezaron este negocio familiar en abril, al inicio de la pandemia, cuando a él se le redujeron drásticamente sus clientes.
Ambos son padres de Ángela, una niña de siete, con retraso psicomotor, epilepsia de difícil control y cien por ciento dependiente de ellos: no habla, no puede ver ni caminar. También son padres de Luis Alberto, un adolescente de 15 años.
“Ayer en la mañana, me levanté, iba a calentar la comida de la niña y, al encender la estufa, fue un flamazo”, narró Cecilia, “afortunadamente, fue poco fuego y pasó eso, me quemó un brazo y, las ventanas, una sí salió volando y las otras se quebraron”.
Y continuó: “Después de ver las ventanas, de verdad es un milagro que únicamente me haya quemado un brazo, porque a una ventana sí la sacó de la pared, está desempotrada y pensé que eso pudo haber pasado con mi mano; no sé, fue un milagro, soy afortunada y los demás están bien. Dentro de lo desafortunado, fuimos bendecidos”.
La niña estaba en una de las recámaras y le cayeron algunos vidrios sobre la cobija, pero no le pasó nada, ni un solo rasguño, sostuvo Cecilia.
“Trabajo desde casa y esa estufa que explotó es mi fuente de empleo, en eso andamos, ahora necesito un horno para uso constante, porque horneo todos los días a todas horas”, explicó, “me prestaron una estufa para salir del apuro con la comida de la casa, pero no para trabajar; vamos a ver cómo nos endeudamos para comprar una estufa nueva, porque esta que explotó ya me la habían arreglado antes y luego pasó esto; quiero la mayor seguridad posible”.
La familia vive en la colonia Dunas, en Hermosillo, y cualquier apoyo económico para reparar los daños de su casa y comprar una estufa nueva.
Actualización:
Gracias al apoyo de la comunidad, Cecilia y su familia ya lograron recaudar lo necesario para reparar su casa y pronto podrán reiniciar su venta de comida. A petición de la familia, se dejará de compartir su cuenta bancaria. ¡Muchas gracias!
Para mayores informes, puede llamar al (662) 479 9719.