Por Daniela Ballesteros
El primer paso de su protocolo es mentalizarse. Mentalizarse que habrá mucho trabajo, mentalizarse que tiene que tener mucho cuidado…
“Y esperar lo mejor. Ir preparada para lo peor, pero esperar que todo salga muy bien”.
Este es el sentir de “Andrea”, una médica que labora día tras día, en ocasiones hasta doble turno, atendiendo pacientes infectados con covid-19 en un hospital público de Hermosillo.
En estos momentos comparte que vive una situación de estrés, cansancio, agotamiento y desgaste, pues asegura que para las personas que trabajan en el área covid, la “primera ola” de la pandemia nunca acabó; únicamente se fue espaciando el tiempo en el que fueron llegando los pacientes.
“Vemos como fuera del hospital hacen su vida como si esto no existiera, es desgastante porque sales de tu casa con un protocolo, sales mentalizada a entrar a un área con un equipo de protección personal, a ver pacientes graves, pacientes en condiciones en las cuales a veces no hay mucho que hacer, sales preparada mentalmente para el agotamiento no solo físico, sino mental y espiritual que vas a tener, y si a ti no te toca verlo en ese momento, eres capaz de ver eso mismo en tus compañeros”, relató a Proyecto Puente.
Ella sabe que esto pasará, pero desconoce cuándo. Espera no volver a tener una etapa similar a la que experimentaron hace meses, donde no había espacios en el hospital, personal ni insumos.
“Hemos perdido desde camilleros, enfermeros, guardias de seguridad, médicos. Me preocupa que cada vez somos menos y cada vez son más pacientes, pacientes más complicados, que requieren más cosas y somos muy pocos para todos ellos”, señaló.
La profesional de la salud reveló que cuando todo comenzó, entraba al área covid y consideraba que manejaba bien la situación. Aunque se sentía cansada físicamente, había momentos en los que llegaba a sentirse agotada sin saber por qué.
“Hasta que te das cuenta de que es un estrés constante el estar pendiente de no contaminarte, hacer todo con un equipo especial que limita tus sentidos, te limita la movilidad, te limita el contacto, es un contacto muy impersonal porque tu voz se distorsiona, si acaso se ven tus ojos, y el paciente no sabe ni quien eres, ese contacto, esa relación médico-paciente sientes que se quiebra un poquito, como que se vuelve muy delgadita, se vuelve algo lejano”, detalló.
Sin embargo, el punto de quiebre para “Andrea” en esta pandemia fue recibir a un compañero como paciente, pues asegura que fue como un balde de agua fría en un punto en el que pensaba llevar bien las cosas.
“Fue ahí uno tras otro, desde ese día algo se quebró en mí, entonces si empezaba a entender a los compañeros enfermeros que habían estado mucho más tiempo ahí ese sentimiento, ese cansancio espiritual que tenías, porque empezaba a salir mal, a llegar a mi casa y me sentía muy mal, hubo días muy feos, días donde me enojaba conmigo misma porque no había nada que yo pudiera hacer, porque ya se estaba haciendo lo que se tenía que hacer pero no dependía de mí y eso me frustraba mucho”, externó.
Pero algo que es aún más triste para ella, es ver como después de una ardua jornada, en el camino a casa, observa muchas personas haciendo sus vidas normales, como si nada pasara, e incluso fue más duro ver esa misma respuesta de parte de sus propios familiares.
“Yo entiendo que el mundo tiene que seguir dando vueltas, pero no tienes una idea de lo que yo sentía al ver que la gente literalmente le valía. He visto como muchas personas han tenido que sacrificar cosas importantes, cambiar turnos, hacer arreglos, lo que hemos invertido en nuestro equipo de protección personal, se han hecho sacrificios y he visto tantas cosas, he dado tantas malas noticias, que mi sentir es que estoy cansada, me siento cansada, me siento muy cansada para esta ‘segunda ola’ porque jamás vi una respuesta”, lamentó.
La doctora concluyó pidiendo a los ciudadanos cuidarse mucho quedándose en casa y atendiendo las medidas dadas por la Secretaría de Salud, pues esto está muy lejos de terminar mientras continuemos con las salidas no esenciales.
“Comprendo que estén cansados, es una situación muy desgastante, es un año muy atípico, pero les pediría a que no se esperen a tener un caso en la familia, no se esperen a tener hospitalizado a alguien, no se esperen a ser ustedes los que padezcan esto”, exhortó.