La reciente detención del General Salvador Cienfuegos ex secretario de la defensa deja mas preguntas que respuestas y una gran preocupación por la infiltración del narco en la política nacional, así mismo insinúa un Estado fallido a consecuencia de la corrupción y falta de oficio político por los involucrados.
Es grave corroborar los hechos bochornosos y detenciones de exautoridades de alto nivel en México, que ponen al descubierto una cloaca del tamaño del mundo, que dejan atónita y consternada a la opinión publica, en medio de una pandemia sanitaria y política.
Genaro García Luna
El fiscal de Estados Unidos para el Distrito este de Nueva York, Richard P. Donoghue, anunció los cargos. “García Luna está acusado de aceptar millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa, de El Chapo Guzmán, mientras controlaba a la Policía Federal de México y era responsable de garantizar la seguridad pública en México.
Esta fue una detención vergonzante para México del “super policía” que Felipe Calderón como presidente de México designo como mando mayor de la policía federal, sin duda un grave error, que dejo en sus manos gran parte de la seguridad en México y que hoy enfrenta graves cargos. A pesar de que la DEA y FBI no son unos santos, en casos como este los argumentos que tienen son contundentes, hay una grave realidad, nunca en la historia había sucedido la detención de un secretario de la defensa.
Salvador Cienfuegos
La detención en Los ángeles California del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, tendrá repercusiones en la cooperación bilateral en materia de seguridad; es un mensaje de que continuarán las detenciones en caso de que México no cambie su política de seguridad. Además, afecta a la imagen y confianza social en las Fuerzas Armadas. El Daño para México está hecho, es lapidario, demuestra la gran corrupción que sufrimos, la gran corrupción que se ha tolerado y que debe ser castigada.
Cienfuegos designado por Enrique Pena Nieto como presidente de la Republica quien hoy está procesado en una cárcel federal de USA, de comprobarse los cargos, “coronara” y evidenciara la de galopante corrupción y narcopolítica por sexenios en los altos niveles de gobierno. Habrá también un rompimiento en los altos mandos del ejército, entre los dos bandos que existen, “entre los buenos y los malos”.
Conclusión.
Lo ocurrido y grave proceder de al menos los dos últimos presidentes de México Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Pena Nieto (2012-2018), debe tener consecuencias, castigar ejemplarmente a los culpables, más aún tratándose de presidentes de la república, que se suman a una larga lista de corrupción nacional, son hechos que no deben quedar impunes, porque “cuando el río suena, agua lleva” …
Estas evidencias de narcopolítica me recuerdan a los autogobiernos que se dan dentro de las cárceles, pero una cosa muy distinta es controlar por los “malandros” una cárcel, a constatar que el “narco” ha infiltrado al gobierno federal al más alto nivel….. ¡Ni más, ni menos!…
“Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el tiempo.” (Napoleón)