Todos son líderes… El problema es que muchos no se han dado cuenta, porque en algún momento de su vida son de influencia, el punto no es si eres un líder. El punto es ¿Qué tan buen líder quieres llegar hacer?
La palabra líder no existe en la Biblia. La palabra guía aparece 8 veces, pero la palabra siervo aparece en más de 800 versos. Dios no busca líderes más bien busca siervos para que El, sea el líder.
Hay dos corrientes de liderazgo, la corriente del “yo recibo” donde quiero que más personas me sirvan. O la del “yo doy” al estilo de Jesús, donde no pienso en ¿Cuánto voy a recibir sino en cuanto voy a dar?
Existe miles de libros que hablan de liderazgo, pero son contados los libros que te hablan del servicio. Todos quieren sobresalir, pero pocos quieren servir. Muchos quieren mandar, pero pocos obedecer.
Liderar como Jesús implica mucho trabajo. Implica morir para que otros vivan, menguar para que otros lleguen, sembrar para que otros crezcan, compartir para que otros ganen. Liderar como Jesús implica mucho más que dar instrucciones.
Un buen líder es quien hace crecer a los demás. A tus hijos no les interesa ¿Cuánto tienes? Si no cuanto les dedicas. A tus alumnos no les interesa ¿Cuánto sabes? Si no cuanto compromiso de enseñar tienes. A tus empleados no les importa ¿Cuánto has logrado? Si no, cuanto te interesas en sus necesidades.
La posición no hace al líder, el líder hace a la posición. Un papá no es líder por ser padre, un director no es líder por estar detrás del escritorio, un artista no es líder porque tiene el micrófono y un ministro no es líder por el atuendo o por predicar cada domingo. El líder es quién hacer crecer a los demás.
1) La pregunta del millón es: Si más personas actuaran como tú ¿El mundo fuera mejor? ¿La empresa fuera mejor? ¿El gobierno fuera mejor? ¿La iglesia fuera mejor?
2) La gente que está a tu cargo desde tu familia hasta tus colaboradores ¿Se están superando?
3) ¿Te seguirías a ti mismo? Estarías dispuesto a seguirte…
¿Por qué sí? ______________________________________
¿Por qué no? ______________________________________
Meditar en estas preguntas y contestarlas con honestidad nos brindará la oportunidad de mejorar en nuestro liderazgo.
El apóstol Pablo dijo “imítenme a mí como yo imito a Jesucristo” 1 de Cor 11:1.
¿Y tú puedes decir lo mismo? Pero por supuesto que sí.
Liderazgo basado en el servicio al estilo de Cristo.
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