Las publicaciones más leídas en el país no son las científicas ni las políticas sino aquellas llamadas “del corazón”. Sí, esas que se asoman -muchas veces sin permiso- a la vida privada de personajes públicos ‘famosos’. Cuando un político o política aparece en una de ellas (o en todas, como es el caso) hay algo digno de analizarse como fenómeno de comunicación porque ya pasó de la esfera de la función pública a la de la notoriedad social.
Es decir, si la revista Quién te llama “El rockstar inesperado de la 4T” con referencia a Hugo López-Gatell Ramírez, el subsecretario de Salud que todas las noches conduce una exitosa emisión federal que alcanza millones de personas, una comienza a preguntarse si aquí no se está construyendo algo más.
Seguro a usted -y más si es mujer- le he ha llegado por whatsapp o redes sociales alguno de esos memes que comparan al subse con un superhéroe; destacan su paciencia al explicar mediante un libro ficticio llamado “Con mucho gusto te lo vuelvo a explicar. Aprenda a lidiar sin perder la calma con gente distraída y preguntas pendejas”. O vio que se volvió viral el saltito que dió al librar la puerta de Palacio Nacional un día que llegaba de prisa a una conferencia de prensa y las versiones musicalizadas que la gente en redes hizo en tono épico.
No es extraño ver que en los comentarios de las conferencias de prensa, le digan “López-Guapell”, manden corazones cuando habla. El epidemiólogo, pues, además de volverse viral parece ser el nuevo e inesperado “novio de México”.
El informe de la tarde, llamado ya por algunas personas desde hace tiempo como “La Telenovela de las 7”, tuvo ayer un twist inesperado cuando el sábado, a la redacción de la revista Emeequis -quien hizo un extenso perfil del funcionario-, llegó una carta de desmentido que fue publicada como nota a destacar más que sólo un comentario de algo en lo que la revista no fue precisa: “Arantxa Colchero aclara que está separada de Hugo López-Gatell desde hace un año”.
Es decir, además sería soltero.
Funcionario carismático que hasta ahora parece que hace las cosas bien, o al menos eso percibe la población + percepción de que es guapo + presuntamente soltero. ¿Le suena a algo que hemos visto antes? A mi sí. Sólo falta que le busquen una novia actriz de telenovela.
Dicen que algunos integrantes del gabinete y wannabes a la jefatura de gobierno de la CDMX están algo celosos. Que ven en López-Gatell una posible competencia para algún futuro puesto.
En la universidad, cuando contendió a un puesto estudiantil, el slogan del ahora subse era “Vota por los López” porque entonces su compañero de fórmula era Ruy López Ridaura, actual director de Cenaprece (Centro Nacional de programas preventivos y control de enfermedades) y uno de sus mejores amigos. ¿Se repetirá?
¿Lo ha hecho bien?
Pese a la percepción ciudadana positiva, memes y festejo generalizado al subse, hay que hacer esa pregunta de manera seria y revisarla en algunos meses con los resultados de esta pandemia que aún no alcanza su pico en México, sino hasta inicios de mayo y durará tres semanas como él mismo dijo a La Jornada. Y luego con los resultados posteriores.
¿Cuándo? Quién sabe. El Diario Oficial de la Federación, como parte de las medidas de austeridad decretadas por el presidente López Obrador hace unos días, deja claro que todos los funcionarios con riesgos de salud seguirán en suspensión de labores con goce de sueldo hasta el 1o. de agosto (ver
http://dof.gob.mx/2020/DOF/Decreto_medidas_austeridad_230420.pdf )
Tropiezos claro que ha tenido.
Hay gobernadores -y medios de comunicación- que critican sus cifras sobre todo después de esa entrevista con The Economist, con el reportero Richard Ensor, quién lo forzó a aceptar que los casos de COVID-19 son más de los que se cuentan todas las noches.
Tan así que al día siguiente lo forzó a explicar en la conferencia de prensa el “método centinela”, no avalado por otros países para el COVID19. Ese que en realidad sabe, pero no dice con claridad, que el número detectado de casos positivos -por falta de pruebas masivas- se debe estimar en por lo menos el número declarado multiplicado por ocho o un factor a determinar según un modelo matemático pero no mediante pruebas masivas.
También está la mala declaración, muy poco antes del #QuédateEnCasa, cuando en una conferencia mañanera un reportera le preguntó directo al subsecretario si las medidas de sana distancia y resguardo no deberían aplicar al presidente López Obrador, quien por esas fechas seguía en giras, promoviendo abrazos y besando a una niña:
“La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio, en términos de una persona, un individuo que pudiera contagiar a otros”.
Era apenas el 17 de marzo y la Jornada Nacional de Sana Distancia se decretó 6 días después. Además de que él, él técnico había advertido muchas semanas antes sobre no saludar de besos, abrazos… ¡aún en la propia mañanera!
Es decir, para ser un técnico epidemiólogo, como lo es, también tiene sus rasgos de zalamería política. Y eso, puede ser malo, pésimo o bueno para él a la larga… si es que busca una carrera política.
Porque de lo que no tengo duda es que López Obrador, aunque parece muy temprano para ello, elegirá al que quiera que sea su sucesor o sucesora, al más puro estilo del priismo tradicional: solito. Y tomará en cuenta factores como lealtad, continuidad del proyecto, pero también la posibilidad de ganar en las urnas.
También Hugo López Gatell, si salen mal las cosas, algo que nadie desea, puede ser un fusible a quemar: echarle a él la culpa del manejo de la crisis sanitaria de la que aún no vemos el pico y que el resto salve cara. Ya sabe, los fracasos tienen pocos madres y padres, contrario a las victorias. Lo podrían culpar, vaya, hasta de las posibles corrupciones que se puedan dar por la compra de medicamentos, insumos y los famosos ventiladores que ahora, por decreto de emergencia, se hacen sin licitación.
