En 2019 el streaming, como se conoce al consumo de contenidos en internet, supuso el 58 por ciento de la recaudación global para la industria del entretenimiento, que por primera vez superó la barrera de los mil millones de dólares.
Además, el seguimiento de contenidos en hogares y dispositivos móviles creció el 14 por ciento, aunque también la venta de entradas para cines aumentó el 1 por ciento, según los datos del estudio anual de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPA en sus siglas en inglés), que representa a los cinco estudios principales -Disney, Warner, Universal, Sony y Paramount- y a Netflix.
A pesar del auge del streaming, la venta de entradas de cine se mantuvo e incluso mejoró ligeramente respecto al año anterior y sumó en 2019 un total de 42 mil millones de dólares.
Globalmente, Estados Unidos y Canadá continúan como el mercado principal para la industria del entretenimiento, donde tres de cada cuatro habitantes fueron al menos una vez al cine, de acuerdo con los datos de la MPA.
China y Japón se mantuvieron como el segundo y tercer área más importantes, mientras que por primera vez Corea del Sur superó a Reino Unido en la cuarta posición, lo que deja a Europa fuera de los cinco mercados más importantes para Hollywood.
Por su parte, el streaming continuó creciendo a pasos agigantados el año pasado.
Las suscripciones a servicios por internet aumentaron un 28 por ciento respecto a 2018 y superaron los 860 millones de dólares.
“El streaming, que era tan sólo una pequeña parte de nuestro negocio, ahora es sin duda uno de los apartados más importantes para un futuro brillante”, dijo el presidente de la Asociación Cinematográfica de EU, Charles Rivkin, en la presentación del documento que resume el análisis.
Gracias a esta nueva invención digital, el mercado del entretenimiento, que hace una década veía su futuro tambalear por la piratería, lleva cinco años de crecimiento ininterrumpido.
En México, de hecho, en 2019 se marcaron dos nuevos récords: Avengers: Endgame se convirtió en la película más taquillera de la historia y la nueva versión de The Lion King hizo lo mismo como cinta de animación, aunque en ambos casos sin contar la inflación de precios.