Cada noche, una sombra fiel puede verse en la calle Olivares, casi esquina con Periférico Norte en Hermosillo. Se trata de Jacob, un can que, puntualmente y sin importar lluvia o frío, espera a que su dueño termine su turno como guardia de seguridad en el sitio. Sin embargo, su amo murió ya hace algún tiempo, aunque ese no ha sido impedimento para Jacob, a quien pareciera que no le afectan las interminables horas, a decir de los ciudadanos que ocasionalmente le cuidan.
El “Hachiko” de la colonia Olivares, como se le ha apodado, es un perro cuyo dueño fue un guardia de seguridad que trabajaba en Periférico y Olivares, pero lamentablemente murió cuando quiso impedir una riña.
Desde entonces Jacob acude todas las noches a esperar a su amo a las afueras de donde laboraba. Al ver que su humano jamás sale, se retira y refugia en la banqueta de una casa. Los dueños de la vivienda permiten que él se resguarde en una esquina.
Personal de una veterinaria aledaña le ha ayudado a resistir el clima actual así como otras atenciones, principalmente, alimento. Hace poco lo atropellaron y ante tales riesgos y para que el animal se convierta en un modesto acompañante o miembro de una familia, Heydi Rivera, encargada de la veterinaria Mundo K-nino, pide que quien pueda hacerlo ofrezca un hogar a Jacob.
Si tú puedes darle un espacio en casa comunícate al 2-16-38-50 o acude a la calle Olivares #240 esquina con Ignacio Hernández en la veterinaria Mundo K-nino.
Jacob es el "Hachiko" de la Olivares, espera a su dueño quien murió hace mucho tiempo, busca hogar
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