Hermosillo, Sonora.- El presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Rafael Acuña Griego, reconoció que el sistema judicial enfrentó un severo rezago en la programación de audiencias, derivado de la saturación de trabajo que actualmente registraron los juzgados.
El magistrado explicó que, mientras anteriormente las audiencias se calendarizaban con un mes de anticipación, en la actualidad se estuvieron fijando hasta con un año de diferencia.
Indicó que este retraso obedeció a múltiples factores que incidieron en la operatividad del Poder Judicial, lo que provocó una acumulación considerable de asuntos pendientes.
Acuña Griego advirtió que otro de los problemas detectados fue la ausencia de juicios abreviados y de soluciones alternas, debido a que el Ministerio Público no las estuvo promoviendo.
Esta situación, señaló, contribuyó al colapso tanto del Poder Judicial como de los Centros de Reinserción Social (Ceresos), al no existir mecanismos que permitieran reducir la cantidad de personas privadas de la libertad.
“Por ejemplo, no hay juicios abreviados porque el agente del Ministerio Público no los propone. No hay soluciones alternativas para que salgan de prisión”.
“¿Qué está sucediendo? Están colapsando el Poder Judicial y están colapsando también los Cerezos, porque no existen propuestas para desahogar la cantidad de gente que está dentro de los Cerezos”, explicó.
El presidente del Supremo Tribunal de Justicia estimó que los procesos podrían tardar alrededor de un año en avanzar, aunque precisó que, tras la etapa intermedia, el tiempo podría reducirse; en casos de especial gravedad, afirmó que se buscó acelerar los procedimientos para evitar mayores dilaciones.
Ante los señalamientos sobre un posible colapso en juzgados y centros penitenciarios, el magistrado aclaró que desconocía las razones específicas por las cuales la Fiscalía no propuso juicios abreviados, aunque consideró que seguramente contaba con argumentos válidos.
No obstante, subrayó que este tipo de procedimientos representó un elemento fundamental del sistema penal acusatorio oral vigente.
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Finalmente, Acuña Griego sostuvo que no podía existir una adecuada impartición de justicia sin la aplicación de juicios abreviados ni sin el uso de otras medidas alternativas a disposición del Ministerio Público, ya que estas herramientas resultaron esenciales para el funcionamiento eficiente del sistema judicial.


