Las entregas automatizadas de alimentos y productos comienzan a consolidarse como una alternativa al reparto tradicional realizado por personas, impulsadas por el uso de robots autónomos en distintas ciudades del mundo.
La empresa Serve Robotics mantiene en operación más de dos mil robots de entrega en urbes como Miami, Los Ángeles, Dallas y Chicago, en Estados Unidos. De acuerdo con la compañía, una entrega realizada por robot cuesta entre 40 y 60 por ciento menos que una efectuada por un repartidor humano, ya que se eliminan gastos relacionados con salarios, propinas y seguros.
Estos dispositivos están diseñados para pedidos pequeños y trayectos cortos, de entre uno y tres kilómetros. Su uso se concentra principalmente en el traslado de comida preparada, bebidas, postres y compras ligeras de restaurantes y comercios locales, con una capacidad de carga aproximada de hasta 25 kilogramos por viaje.
Entre las principales ventajas para los usuarios se encuentran tarifas más bajas y constantes, tiempos de entrega reducidos, seguimiento en tiempo real mediante aplicaciones móviles y un menor impacto ambiental, debido a que se trata de robots eléctricos.
Este tipo de tecnología ya se utiliza en Estados Unidos, Reino Unido, China, Japón, Estonia, Alemania y Dinamarca, sobre todo en campus universitarios y zonas urbanas específicas. Empresas como Starship, Nuro, Amazon y Uber Eats participan en su implementación. Además, los robots de reparto también operan en Corea del Sur, Taiwán, Canadá y otras regiones de Europa y América Latina.


