La temporada navideña suele asociarse con convivencia, generosidad y optimismo; sin embargo, también es un periodo en el que el gasto familiar tiende a incrementarse. Reuniones, intercambios, regalos y cenas especiales pueden provocar que el presupuesto se salga de control y que el impacto económico se extienda hasta los primeros meses del año siguiente.
De acuerdo con análisis de Educación Financiera Banamex, la falta de planeación y las compras impulsivas explican por qué muchas personas comienzan enero con compromisos financieros difíciles de cubrir. Implementar decisiones responsables, especialmente en lo relacionado con la cena de Navidad y los obsequios, puede ayudar a disfrutar las fiestas sin comprometer la estabilidad económica.
Ante este escenario, se presentan seis recomendaciones para mantener el equilibrio financiero sin perder el espíritu navideño:
- Fija un presupuesto realista y cúmplelo: determina cuánto destinarás a alimentos, regalos y convivencia. Aunque el aguinaldo suele recibirse en diciembre, es recomendable no gastarlo por completo. Separar una parte para ahorro, inversión o liquidación de deudas evita problemas financieros posteriores.
- Organiza tus compras con anticipación: elaborar una lista clara de platillos e insumos permite evitar compras innecesarias o repetidas. Revisar previamente la despensa puede revelar productos disponibles que reduzcan el gasto total.
- Comparte la cena y reduce costos: cuando el número de invitados es elevado, distribuir responsabilidades ayuda a aliviar el presupuesto. La cooperación económica o el sistema de “traje”, donde cada asistente aporta algo, fomenta la convivencia y disminuye el desembolso individual.
- Obsequia con sentido, no con deudas: el significado de un regalo no depende de su precio. Evitar créditos para comprar obsequios costosos y optar por detalles hechos a mano, experiencias o gestos personales puede resultar más valioso emocionalmente.
- Evita las compras impulsivas: diciembre concentra una fuerte carga publicitaria. Antes de adquirir un producto, conviene preguntarse si es necesario o si se trata de una decisión motivada por la emoción del momento.
- Consume de manera consciente: disminuir gastos superfluos no solo beneficia a las finanzas personales, también contribuye al cuidado del medio ambiente, al reducir desperdicios y consumo excesivo.
La Navidad es una oportunidad para fortalecer la gratitud y el encuentro con quienes más queremos. Recordar que la abundancia no se mide por el gasto, sino por el valor de compartir tiempo y experiencias, puede marcar la diferencia entre cerrar el año con tranquilidad o iniciar el siguiente con presión económica.
Con información de López-Dóriga Digital.


