El Gobierno de México anunció este martes la puesta en marcha de “acciones estratégicas con el propósito de fortalecer la seguridad” para “garantizar las actividades productivas” de los trabajadores del campo en la región, tras el reciente asesinato de Bernardo Bravo, líder limonero de Michoacán.
Durante una reunión con autoridades locales en el municipio de Apatzingán, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, informó que, “por instrucción de la presidenta, Claudia Sheinbaum, y con el objetivo de disminuir actos ilícitos contra el sector citrícola en el estado”, se acordó aumentar y reforzar las labores de inteligencia en la entidad.
Respecto al homicidio de Bravo, señaló que las investigaciones continúan y que el crimen “no quedará impune”.
Bernardo Bravo encabezó en los últimos meses manifestaciones por las extorsiones del crimen organizado contra productores de limón, denunciando que él y sus compañeros estaban “permanentemente secuestrados” por las cuotas que les exigían de su cosecha.
Las autoridades llamaron a la ciudadanía a denunciar cualquier acto delictivo a través del número 089, una línea “anónima y segura que no expone la identidad de las víctimas ni de quienes aporten información útil para las investigaciones”.
En la reunión participaron, además de García Harfuch, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, representantes del sector limonero y autoridades de la Fiscalía General y la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
En Apatzingán, el sector citrícola ha sido víctima de extorsiones por parte de Los Viagras y grupos criminales autodenominados Los Blancos de Troya, Los Caballeros Templarios y el Cártel de Acahuato.
Michoacán es líder nacional en producción de limón mexicano, con una cosecha anual cercana a las 700 mil toneladas en 67 mil hectáreas, trabajadas por 3 mil 504 productores.
Con información de EFE.



