La secretaria de Anticorrupción y Buen Gobierno, Raquel Buenrostro Sánchez, señaló que durante casi tres décadas de operación, el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) funcionó bajo un esquema burocrático y poco transparente, con retrasos de hasta cuatro meses en la entrega de recursos y diversas irregularidades financieras detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Según explicó la funcionaria, el Fonden —creado en los años noventa para atender emergencias por fenómenos naturales— llegó a tardar hasta 120 días en hacer llegar los apoyos a los estados afectados, debido a procesos administrativos complejos que, incluso en el mejor de los casos, requerían 42 días hábiles desde la solicitud de la declaratoria de desastre hasta la liberación de los fondos.
Buenrostro citó un dictamen de la ASF de 2017, en el que se calificó al fondo como un mecanismo “ineficaz, ineficiente, con altos costos y un exceso de burocracia”, además de señalar falta de coordinación y opacidad en su manejo.
Uno de los datos que destacó fue el incremento del presupuesto en el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando el fondo alcanzó un gasto de 59 mil 606 millones de pesos. Según la secretaria, ese aumento fue “atípico”, al coincidir con el año electoral de 2018, y en el que 46 de 57 declaratorias extraordinarias correspondieron a olas de calor que concentraron 427 millones de pesos.
Irregularidades históricas
Buenrostro presentó ejemplos de irregularidades detectadas durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que incluyeron desvíos de recursos, compras a sobreprecio, sobreejercicios y triangulación de fondos.
- Vicente Fox (2000–2006): En 2002 se detectaron desvíos de recursos mediante compras realizadas “por causas de fuerza mayor” a estados que no reportaron desastres. En 2005, la ASF observó faltantes por 181.6 millones de pesos y la entonces coordinadora de Protección Civil, Carmen Segura, fue inhabilitada por diez años. También se reportaron compras a sobreprecio de hasta 375% en medicamentos y adquisiciones a empresas sin infraestructura, algunas registradas en talleres mecánicos o estacionamientos.
- Felipe Calderón (2006–2012): En las inundaciones de Veracruz por los huracanes Karl y Matthew (2010), se detectó que de los 7 mil 411 millones de pesos asignados, el estado no ejerció ni devolvió 531 millones. En 2011, el entonces gobernador de Tabasco, Andrés Granier, utilizó 215 millones del Fonden para cubrir un déficit financiero, además de realizar triangulaciones de recursos para pagar servicios no relacionados con desastres, como telefonía y consultorías.
- Enrique Peña Nieto (2012–2018): En el caso de los huracanes Ingrid y Manuel (2013), la ASF identificó retrasos de hasta 119 días en las obras y sobreejercicios de recursos en la Sedatu, que contrató 445 millones de pesos pese a tener autorizados solo 120 millones. También se reportaron demoras en la regularización de 99.4 millones no ejercidos por Conagua. Tras los sismos de 2017, la Sedatu registró entre 168 mil y 172 mil viviendas afectadas, pero solo supervisó el 35%. Se documentaron pagos irregulares por 14.5 millones en remoción de escombros, 37.7 millones en honorarios sin justificación y 37 millones en supervisión de obras.
Pese a los señalamientos, Buenrostro no abordó el papel del exdirector del Fonden, José María Tapia, quien posteriormente fue candidato de Morena a la alcaldía de Querétaro.
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El caso reaviva el debate sobre la eliminación del fondo, desaparecido durante la administración anterior bajo el argumento de corrupción y lentitud en su funcionamiento, y sustituido por un esquema de atención directa a damnificados.



