La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este miércoles que la ciudad de Portland se encuentra “sumida en la violencia” y advirtió que enviará más agentes federales para controlar las manifestaciones en contra de las redadas migratorias, que en los últimos días se han multiplicado en distintos puntos de la urbe.
La Casa Blanca sostuvo que las protestas representan “una amenaza al orden público”, aunque numerosos residentes consultados por la agencia EFE aseguraron que las movilizaciones se han desarrollado de forma pacífica y, en muchos casos, con un tono festivo.

“Las manifestaciones están a una cuadra del centro, pero no nos afectan”, explicó Luz Dary Loflin, cuidadora residente en Portland, quien añadió que no ha visto presencia de agentes de inmigración en la zona. Miguel Santiago, trabajador de la construcción, coincidió en que la situación ha sido tranquila.
“He tenido que ir varias veces al centro, pero no me he topado con ellos. El edificio de ICE está algo escondido y por lo general esas protestas son pacíficas y solo jóvenes”, relató el inmigrante hispano.
En contraste con las declaraciones del gobierno federal, imágenes y videos difundidos en redes sociales muestran a manifestantes vestidos con disfraces coloridos y pancartas en rechazo a las redadas, un ambiente que dista del panorama de violencia descrito por la administración Trump.
La Casa Blanca acusó este miércoles a los medios estadounidenses de “minimizar” los hechos y difundió un reporte con supuestos testimonios de residentes que respaldan la versión oficial de que Portland es “una zona de guerra” que requiere intervención federal.
Bajo esta narrativa, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, visitó el martes la ciudad para inspeccionar personalmente las protestas en torno al edificio del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Durante su estancia, Noem se reunió con el alcalde de Portland, Keith Wilson, a quien exigió reforzar la seguridad local o enfrentarse al envío de “cuatro veces la cantidad de agentes federales”, según declaró en una entrevista con la cadena Fox News.
El alcalde expresó su preocupación por las tácticas utilizadas por las fuerzas federales y advirtió sobre el riesgo de convertir la ciudad en un “campo de entrenamiento” militar.
En paralelo, el Pentágono mantiene en reserva a 200 soldados de la Guardia Nacional de Oregón, luego de que una jueza federal —nombrada por el propio Trump— emitiera una orden para suspender temporalmente su despliegue, mientras analiza una demanda estatal que alega la ilegalidad del envío de tropas.
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Durante su visita, Noem también se refirió a uno de los manifestantes que protestaba disfrazado de pollo, señalando que “puede hacerlo”, aunque acto seguido calificó a los participantes de las manifestaciones como “ignorantes y mal informados”.
Con información de EFE