Durante el funeral de Charlie Kirk este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desvió del discurso para adelantar un anuncio sobre autismo que realizará este lunes desde la Oficina Oval.
“Creo que les parecerá asombroso”, dijo Trump. “Creo que encontramos una respuesta al autismo”. Sin ofrecer detalles, aseguró que su Gobierno “no lo permitirá más” y anticipó que será “una de las conferencias de prensa más importantes” de su mandato.
De acuerdo con The Wall Street Journal, el anuncio se centraría en la posible relación entre el uso del analgésico Tylenol (acetaminofén o paracetamol) durante el embarazo y el desarrollo de autismo en niños, en combinación con bajos niveles de folato, una vitamina esencial para el desarrollo del cerebro y la médula espinal. Además, incluiría al ácido folínico, conocido como leucovorina, como vía potencial para reducir síntomas del trastorno.
Los suplementos de folato ya se recomiendan a mujeres embarazadas para prevenir defectos del tubo neural como la espina bífida. Tylenol, ampliamente utilizado en Estados Unidos y otros países, incluso durante el embarazo, podría quedar restringido en etapas tempranas, según funcionarios de salud citados por The Washington Post, que señalaron que solo se recomendaría en caso de fiebre.
El fabricante del medicamento, Kenvue, afirmó haber mantenido un “intercambio científico” con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU y advirtió a las mujeres que consulten con su médico antes de tomar fármacos de venta libre. “El acetaminofén es la opción más segura de analgésico para mujeres embarazadas cuando es necesario durante todo el embarazo”, señaló la empresa, subrayando que no existe “evidencia creíble” que lo vincule con el autismo.
Expertos médicos coinciden en la ausencia de pruebas concluyentes. “No existe evidencia clara que pruebe una relación directa entre el uso prudente de acetaminofén durante el embarazo y problemas de desarrollo fetal”, afirmó Christopher Zahn, director de Práctica Clínica del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos. Recordó además que “los trastornos del neurodesarrollo son multifactoriales y difíciles de asociar con una sola causa”.
La Sociedad de Medicina Materno-Fetal advierte que no tratar dolor o fiebre en el embarazo también implica riesgos, como aborto espontáneo, defectos de nacimiento e hipertensión.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la incidencia de autismo en EEUU va en aumento: en 2022, uno de cada 31 niños fue diagnosticado a los 8 años, frente a uno de cada 36 en 2020. Expertos como Christine Ladd-Acosta, de la Universidad Johns Hopkins, atribuyen ese incremento a la ampliación de la definición de autismo en 2013, mejoras en la detección temprana y mayor aceptación social.
La evidencia científica sigue siendo contradictoria. Un estudio de 2024 publicado en JAMA analizó más de 2 millones de niños en Suecia y concluyó que no existe relación entre el uso de acetaminofén en el embarazo y el riesgo de autismo. En contraste, un metanálisis publicado en BMC Environmental Health revisó 46 estudios y señaló “evidencia sólida de una asociación”, aunque sin probar causalidad.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ya había prometido este mes respuestas sobre las causas del autismo. “Estamos encontrando… ciertas intervenciones que ahora claramente, casi con certeza, causan autismo”, dijo en una reunión de gabinete en agosto, a lo que Trump respondió: “Tiene que haber algo artificial causando esto, es decir, un medicamento o algo”.
No obstante, especialistas advierten sobre conclusiones apresuradas. Peter Hotez, pediatra y codirector del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Texas Children’s Hospital, consideró que la evidencia sobre el vínculo entre acetaminofén y autismo “no es muy convincente”. “Podemos explicar casi todo el espectro autista a través de los genes, aunque también influyen algunas exposiciones ambientales en etapas tempranas”, señaló.
Sobre el posible anuncio de Trump, Hotez advirtió: “Enfocar toda una conferencia de prensa solo en Tylenol sería irresponsable sin más información. En cuanto a la leucovorina, tal vez sea útil para algunos tipos de autismo, pero no para un trastorno vinculado a más de 100 genes. Sería como decir que una sola cosa causa el cáncer y ahora hay una cura”.