Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, envió un mensaje a la población de Sinaloa pidiendo “evitar la violencia” y mantener la calma, luego de declararse culpable este lunes de cargos de narcotráfico en un tribunal federal de Nueva York.
El pronunciamiento fue transmitido a través de su abogado, Frank Pérez, quien compartió la declaración a la agencia AFP tras la audiencia judicial.
“Mi cliente hace un pedido a la población de Sinaloa para que mantenga la calma, actúe con moderación y evite la violencia. El derramamiento de sangre no sirve para nada, solo profundiza las heridas y prolonga el sufrimiento. Insta a su comunidad a mirar hacia la paz y la estabilidad para el futuro del estado”, señaló el comunicado.
El mensaje surge en medio de la guerra interna que desde 2024 enfrenta a los llamados “Mayitos” contra los herederos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, tras la captura de Zambada en Estados Unidos, un conflicto que ha dejado más de un millar de muertos en Sinaloa.
Reconoce crímenes y pide perdón
Durante la audiencia, Zambada reconoció haber sido fundador del Cártel de Sinaloa y haber traficado al menos 1.5 millones de kilogramos de cocaína, en su mayoría con destino a Estados Unidos. Asimismo, pidió perdón por los daños ocasionados por su actividad criminal.
Con esta declaración de culpabilidad, el narcotraficante de 77 años evita ir a juicio, pero pasará el resto de su vida en prisión. La sentencia será dictada el 13 de enero de 2026.
Su abogado descartó que el pronunciamiento de Zambada forme parte de un acuerdo de cooperación con las autoridades estadounidenses o que implique “dar nombres” de otros involucrados en el narcotráfico, como se había especulado.
“Su reino de terror ha terminado”
Tras la audiencia, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, aseguró que el caso marca el final de la carrera criminal del capo sinaloense.
“El reino de terror de ‘El Mayo’ ha terminado, nunca volverá a ser libre. Vivió como un rey y ahora vivirá como un criminal”, sentenció.
El caso contra Zambada, considerado durante décadas uno de los capos más poderosos y discretos del narcotráfico mexicano, se perfila como uno de los juicios más emblemáticos de los últimos años en la lucha de Estados Unidos contra el crimen organizado transnacional.