Los cárteles de la droga han adoptado nuevas estrategias para continuar con el tráfico de fentanilo, pese a que el gobierno de Estados Unidos ha endurecido los controles para frenarlo, informó The New York Times.
Según fuentes del medio, los criminales utilizan un líquido con olor a cloro para dispersar el aroma de la droga y así engañar a los perros especializados en detección.
Además, la sustancia es envuelta en papel carbón y cubierta con una capa de aluminio para evadir la detección por rayos X, según un hombre con más de 20 años de experiencia en el Cártel de Sinaloa.
Ante la orden del presidente Donald Trump de que el Pentágono utilice fuerzas militares contra estas “organizaciones terroristas” y la detención de Ismael Zambada, alias “El Mayo”, el cártel ha reforzado su seguridad y adaptado sus métodos, cambiando grandes cantidades por dosis pequeñas para evitar la atención de las autoridades.
En Culiacán, uno de los principales métodos para transportar la droga a Estados Unidos es mediante vehículos terrestres, especialmente marcas comunes como Honda, Nissan y Toyota, que ocultan paquetes pequeños dentro de las puertas.
Para evitar pérdidas, se opta por transportar menores dosis y se han reportado casos donde grupos rivales delictivos delatan cargamentos a las autoridades fronterizas.
A pesar del impacto mortal del fentanilo en la población, los miembros del Cártel de Sinaloa aseguraron a The New York Times que no abandonarán el negocio ni muestran reparo ante las consecuencias sociales que ha generado esta droga.