Hermosillo, Sonora.- La Coordinación Estatal de Protección Civil emitió una advertencia a la población por los riesgos asociados a la actual temporada de lluvias, particularmente en zonas de arroyos, cuerpos de agua crecidos y carreteras del estado.
Armando Castañeda, titular de la dependencia, señaló que se ha detectado un comportamiento riesgoso por parte de algunos adultos, quienes permiten que niñas y niños se acerquen a corrientes activas de agua, sin considerar el peligro que implica una crecida repentina o la fuerza del agua que puede arrastrar troncos, piedras o basura.
“Esto implica riesgos a la población y más en cuanto tenemos descuidos con la propia familia, en este caso con exponer a los propios menores que ellos no miden el peligro y se exponen a un riesgo que ellos mismos no conocen”, advirtió.
Explicó que debido a su edad, los menores no perciben adecuadamente el nivel de riesgo, lo que los hace especialmente vulnerables a accidentes por arrastre o inmersión súbita.
Estas conductas, además, comprometen a los cuerpos de emergencia, que deben intervenir en situaciones extremas para intentar rescates, indicó.
La autoridad estatal subrayó la importancia de reforzar la cultura de autoprotección en el entorno familiar y evitar este tipo de acciones para prevenir tragedias.
En otro llamado, Castañeda advirtió sobre los peligros que enfrentan los automovilistas durante precipitaciones intensas, especialmente en carreteras, donde pueden generarse condiciones como el hidroplaneo, fenómeno en el que las llantas pierden contacto con el pavimento debido a la acumulación de agua, lo que puede provocar pérdida de control del vehículo.
“Cuando tengamos este tipo de lluvias en carretera, reducir velocidad, prender las luces del vehículo preventivas y, en su caso, en la medida de lo posible, salirnos de la carretera cuando tenemos oportunidad. Cuando tenemos vados crecidos, no se confíen. Únicamente 30 centímetros de agua es suficiente para que arrastre un vehículo”, explicó.
Castañeda precisó que, en muchos casos, los vehículos no son arrastrados de inmediato, sino que al ingresar al agua se presentan fallas eléctricas o mecánicas que provocan que el motor se apague. Esto puede generar una situación crítica si el nivel del agua comienza a subir rápidamente, atrapando a los ocupantes.
Finalmente, reiteró que estas situaciones no sólo ponen en peligro la vida de quienes transitan por estas zonas, sino también la de los cuerpos de emergencia que deben actuar en condiciones de alto riesgo para auxiliar a la ciudadanía.