Hermosillo, Sonora.- La soledad de la vida castrense llevó a la subteniente enfermera Axochil Aidé Gómez Matlalcuatzi a adoptar a Bruno, un pequeño chihuahua, el cuál se convirtió en una compañía extraordinaria.
Procedente de la alcaldía de Xochimilco en la Ciudad de México, la subteniente entró al ejército a los 21 años de edad, carrera que la trajo al Hospital Militar Regional de Hermosillo.

Sin embargo, al llegar a la capital, la naturaleza de su trabajo hizo que se sintiera sola, pues en ese momento no contaba con la adorable familia que conformaría tan solo dos años más tarde.
“Nosotros como militares siempre solemos estar en uno u otro estado, entonces yo cuando llegué aquí a Sonora no tenía familia todavía, por eso decidí tener un acompañante de cuatro patitas el cual me motiva todos los días al llegar a casa y que esté alguien ahí esperándome”, compartió.
“Un día me puse a buscar en páginas de adopción alguien que me pudiera dar un perrito, entonces en una de esas publicaciones vi a Brunito y con la emoción, así como cuando vas a recibir un bebé, yo recuerdo que fui a comprarle su camita, su sonaja, sus croquetas, hasta recuerdo que le compré pañales”, dijo entre risas, “todo para que se sintiera en casa”.
Como si fuera un regalo, la subteniente sacó al pequeño can de dos meses de la caja donde permanecía dormido y, al tomarlo en su mano, supo que había encontrado la compañía que por tanto tiempo había buscado.
Bruno fue afortunado, pues viajó a la Ciudad México casi de inmediato teniendo apenas seis meses de edad, también acompañó a la subteniente a su boda y ha estado presente en todas las actividades importantes de su matrimonio, incluyendo la crianza de su pequeño. Por ello, es la soldado quien dice sentirse afortunada.

También, como todo militar, el carácter noble y juguetón de Bruno esconde perfectamente su poca paciencia para quien desafía su espacio personal.
Es esa compasión por los animales de la subteniente, así como del resto soldados de la Cuarta Zona Militar de Hermosillo, que la llevó a organizar parcialmente la primera jornada de adopción y esterilización de animales de compañía en dicho recinto.
“Se realizó porque hemos notado que tenemos muchos perritos y gatitos en situación de calle que llegan a vivir dentro del campo militar, son perritos que llegan buscando sombra y buscando alimento y como aquí trabajamos, les damos de comer; son de todos y no son de nadie”, explicó.
Durante la jornada se esterilizaron 20 felinos y 18 caninos, además aún hay nueve animales para adoptar, cinco perros y cuatro gatos, los cuales pueden solicitarse poniéndose en contacto con el Hospital Militar.