Hermosillo, Sonora.- El papa León XIV ha designado al sacerdote José Luis Cerra Luna, de 61 años, como nuevo obispo de la Diócesis de Nogales, en el estado de Sonora.
Este nombramiento marca el primero que realiza el pontífice para la Iglesia en México desde su ascensión al papado.
La Diócesis de Nogales se encontraba vacante desde el 19 de marzo de 2024, luego de que el papa Francisco trasladara a su entonces obispo, José Leopoldo González González, a la Diócesis de San Juan de los Lagos, en Jalisco.
Con una extensión territorial de 44 mil 244 kilómetros cuadrados, esta diócesis abarca 17 municipios del norte sonorense, entre ellos Nogales, Caborca, Cananea, Agua Prieta y Nacozari de García.
La noticia fue dada a conocer este miércoles por la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que, en nombre de los obispos del país, expresó su alegría y cercanía espiritual con la Iglesia que peregrina en Nogales.
“Deseamos a monseñor José Luis un fecundo desempeño en su nueva encomienda episcopal que el Señor le ha confiado”, expresó el comunicado.
Perfil del nuevo obispo
José Luis Cerra Luna nació el 24 de julio de 1963 en Torreón, Coahuila. Realizó su formación sacerdotal en los seminarios de Matamoros y Monterrey, y fue ordenado presbítero el 21 de abril de 1990, incardinándose en la Diócesis de Matamoros-Reynosa.
Es licenciado en Filosofía por la Universidad Pontificia de México y en Teología Espiritual por el Instituto Teresianum, en Roma, lo que le ha permitido desempeñar diversos cargos de formación y acompañamiento espiritual.
A lo largo de su trayectoria pastoral ha sido formador, ecónomo y director espiritual del seminario diocesano de Matamoros; párroco de diversas comunidades; miembro del Consejo Diocesano para los Asuntos Económicos, del Colegio de Consultores, del Consejo Presbiteral y del Consejo Pastoral.
Hasta su nombramiento, el padre Cerra Luna se desempeñaba como vicario general, rector y párroco de la Concatedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Reynosa, además de ser moderador de la Comisión para la Protección de Menores.
Con esta designación, la Iglesia católica fortalece su presencia en la región fronteriza de Sonora, en un contexto donde el acompañamiento espiritual y la acción pastoral son especialmente relevantes para las comunidades de la zona.