En medio de la escalada más grave entre Irán e Israel en décadas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este domingo que ambas naciones firmarán “pronto” un cese de hostilidades, gracias a sus esfuerzos diplomáticos y habilidades negociadoras, que, dijo, ya están dando resultados.
A través de un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, el mandatario afirmó que se están llevando a cabo “muchas llamadas y reuniones” como parte de un proceso en marcha para poner fin al conflicto directo entre Teherán y Tel Aviv, el más intenso de su historia reciente.
“Pronto tendremos paz entre Israel e Irán. Hago mucho y nunca recibo crédito por nada, pero no importa, la gente lo entiende. Hagamos que Oriente Próximo sea grande otra vez”, escribió Trump en su red social.
La declaración se produce en un momento de creciente presión internacional, luego de que Israel lanzara una ofensiva aérea contra Irán el pasado viernes, que ha dejado decenas de muertos, entre ellos altos mandos militares y civiles, según medios locales. Aunque Trump ha intentado aclarar la posición de Estados Unidos en el conflicto, sus mensajes han sido contradictorios.
Horas después de su publicación en redes, el presidente ofreció una entrevista con la cadena ABC, en la que afirmó que Estados Unidos no está involucrado directamente en las acciones militares, aunque no descartó una futura participación. También reveló que ha conversado con el presidente ruso, Vladimir Putin, a quien calificó como un posible mediador en el conflicto.
“Está listo. Me llamó para hablar sobre ello. Tuvimos una larga conversación al respecto”, señaló Trump.
Desde Teherán, autoridades iraníes acusaron a Trump de avalar la campaña militar israelí, pese a que ésta —sostienen— sabotea las conversaciones indirectas que mantenían con Washington sobre su programa nuclear. No se ha emitido aún una declaración oficial desde el gobierno israelí respecto a las afirmaciones del presidente estadounidense.
En su mensaje, Trump también comparó la situación actual con otras crisis que asegura haber resuelto durante su primer mandato. Citó los casos de India y Pakistán, Serbia y Kosovo, y Egipto y Etiopía como ejemplos de su capacidad para detener conflictos mediante el uso de herramientas diplomáticas y económicas.
“Hay paz, al menos por ahora, gracias a mi intervención, y así seguirá”, aseguró.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con cautela el desarrollo de los acontecimientos en Medio Oriente, en un contexto de creciente tensión regional y temor a un conflicto de mayor escala.