El próximo lunes 16 de junio Dena María Jesús Camarena Gómez tomará protesta como nueva titular de la rectoría de la Universidad de Sonora. Doctorada en Economía y Gestión de Organizaciones, la Dra. Camarena será la segunda mujer en dirigir los destinos de la máxima casa de estudios de Sonora, electa al amparo de la nueva ley orgánica universitaria. Durará en el cargo 5 años, de junio de 2025 a junio de 2030.
Le tocará “aterrizar” la ley 169, promulgada el 2023, según se decía en aquel tiempo, para sacar del poder al grupo de los químicos. Lo cierto es que la Dra. Camarena llega a la rectoría apoyada por el grupo en el poder, con excepción de “figuras connotadas” de químicos, quienes escucharon el canto de las sirenas y apoyaron la propuesta de la dirigencia sindical. Estamos ante una especie de gatopardismo, pero sin los químicos.
En nuestra pasada entrega comentamos al menos tres aspectos relevantes que hereda la administración que se va. Primero, el bochornoso hecho de que la Unison reprobó en el ejercicio 2023 la cuenta pública, lo que ha llevado a que se tenga una percepción de falta de nitidez en el manejo de los dineros universitarios, dada la resistencia de años de la administración universitaria a respetar las reglas de la contabilidad gubernamental.
Además de lo anterior, creemos que el mayor reto financiero que deberá afrontar la Dra. Camarena será gestionar ante la federación un nuevo modelo de apoyo financiero, ya que el actual, además de obsoleto, es muy rígido. Este fue diseñado al menos hace 25 años, y no se le ha modificado prácticamente nada; contiene rubros y tabuladores rebasados por la dinámica universitaria. Solo se van actualizando los montos año con año.
Sólo por citar un ejemplo de lo comentado en el párrafo anterior, el Convenio de Apoyo Financiero (CAF) autoriza para seguridad social a la Universidad una tasa del 14%, pero la Unison aporta por ese concepto a ISSSTESON 28.65%. Si el CAF se actualiza con lo que realmente la Institución aporta por este concepto, en este 2025 nuestra alma mater debería recibir adicionalmente 210 millones de pesos.
Estos 210 millones de pesos serían oxigeno puro para las finanzas universitarias y con ello se podría iniciar el camino hacia la gratuidad de la educación en la Universidad de Sonora. De esos 210 millones, al gobierno federal le tocaría aportar 105 millones y al gobierno del Estado otros 105. El CAF establece que el subsidio a la institución es peso por peso, es decir, por cada peso que aporta la federación, el Estado deberá aportar otro.
Además, desde 2016 la federación no autoriza a la Institución nuevas plazas académicas, desde 2015 no autorizan plazas administrativas sindicalizadas y para personal de confianza no hay nada desde 2012. Mención especial merece el hecho de que la institución trabaja con 16,100 horas de asignatura al menos desde 2004, y menciono ese año porque el CAF más antiguo disponible corresponde a dicho periodo.
Sin duda es grande el reto que asumirá el próximo lunes la novel rectora de la Unison. Deberá ser audaz y capaz de gestionar ante las instancias correspondientes. Así sean instancias académicas o gubernamentales, a los universitarios no nos gustará seguir escuchando frases hechas y huecas como “la gestión es permanente”; ha sido la cantaleta histórica. Le deseamos éxito y suerte a la Dra. Dena Camarena y a la Unison.