Hermosillo, Sonora.– Entre luces neón, pantalones a la cadera y producciones brillantes, Ensamble Musical Icónicas 2025 provocó una sacudida nostálgica de sensaciones con su era dosmilera y un repertorio de melodías enérgicas que el público no tardó en reconocer. Así dio inicio el emblemático evento artístico con el talento de los estudiantes del Tecnológico de Monterrey, Campus Sonora Norte.

Alrededor de las cuatro de la tarde, en el auditorio de la Casa de la Cultura, comenzó la primera función con una considerable fila de asistentes, quienes, entusiasmados, no dudaron en apoyar a los intérpretes con una animosa ronda de aclamaciones en cuanto se abrió el telón.

Siguiendo la trama de una historia de amor —cuyo propósito se centró más en el empoderamiento femenino y la conexión emocional en las etapas de la juventud—, en el concierto destacaron canciones legendarias en español del siglo XXI: desde Shakira, con su estilo ecléctico, hasta RBD, con su pop-rock melódico.

A su vez, el evento se caracterizó por el poder vocal femenino, destacando también las voces masculinas en los duetos tan recordados de los inicios de los 2000, acompañados de coreografías extraordinarias, actuaciones admirables e instrumentos en vivo que se lucieron con un ritmo sincronizado y profesional.

Gente de todas las edades disfrutó del espectáculo no solo por las baladas elegidas, sino también por el montaje escénico, en el que cada cambio incorporaba elementos distintos que mantuvieron viva la esencia de la época: un reproductor de MP3, revistas con los rostros de los íconos del pop, sillas rodantes, entre muchos más.

Resaltando la estética analógica y las telas metalizadas, el concierto se vivió como una extraordinaria cápsula emocional hasta el final. En el cierre, los intérpretes lograron atrapar por completo a los asistentes, quienes disfrutaron la tonada final y se pusieron de pie para enaltecer el arduo trabajo ejecutado por el equipo estudiantil y docente de la institución, remarcando y reflexionando con fuerza: sí, las mujeres somos icónicas.