Hermosillo, Sonora-. Una educación ecológica a través de la observación de aves es la que reciben niños de la comunidad de Las Cuevitas, al norponiente de Hermosillo, por parte de la organización “Pajareras del Desierto“.

Astrid Arellano, periodista e integrante del equipo de coordinación de la agrupación, indicó que la idea de ayudar a los niños y niñas de esta población evolucionó hasta convertirse en un proyecto avalado por instituciones de educación superior extranjeras.
A finales del año pasado, “Pajareras del Desierto” participó en una convocatoria de una beca del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, de Estados Unidos, para invitar a grupos de observación de aves a nivel Latinoamérica a crear programas de educación ambiental y sensibilización sobre las aves para infancias.

“Pajareras” eligieron al Comedor Golondrinas, organización que ofrece desayunos a los niños de dicha comunidad, como eje de las actividades por su proximidad con los niños.
“En el caso del Comedor Golondrinas propusimos un programa que empezamos a construir desde el año pasado, porque empezamos a venir a participar desde septiembre de 2024”, indicó Arellano. “Recibimos un financiamiento de esta universidad que está en Estados Unidos y lo que estamos haciendo ahora es una serie de actividades de enero a noviembre de 2025”.
“Venimos una o dos veces al mes a realizar actividades que tienen que ver con talleres para aprender a identificar aves y utilizar aplicaciones de celular para identificación de estas; hicimos talleres de educación ambiental construyendo un jardín de polinizadores. Ahorita mismo estamos terminando una fase de concurso de dibujo, donde las niñas y niños dibujaron sus aves favoritas. Hicimos un pequeño concurso para que, al final, se premie a los ganadores haciéndolos parte de un mural colaborativo que vamos a hacer con artistas locales en el Comedor Golondrinas”.

De acuerdo con la periodista y activista, se les ha enseñado a los niños a usar binoculares para identificar aves y han demostrado aprender rápido; sin embargo, lo que más ha sorprendido al grupo ha sido la habilidad empírica de los niños, quienes ya reconocen a los ejemplares.
“Lo que nos parece más increíble es que las niñas y niños saben mucho sobre aves porque viven en un entorno rodeado de naturaleza, rodeado de desierto. Hay mucho cerro, están rodeados de árboles, hay muchas cactáceas por aquí, entonces las niñas y niños conviven con estas especies del desierto sonorense. A lo mejor no se sabían los nombres, pero saben sus características, saben cómo son”, expuso.
A pesar de haber asistido solo a dos excursiones, José Francisco Cuén, de 11 años, dijo que disfruta mucho salir con las Pajareras porque su pasatiempo es ver aves.
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“En mi casa también veo pájaros y me gustan mucho. Me enseñaron los nombres de pájaros que no conocía”, añadió.
