En el podcast ‘El Mundo Cambió’ de Proyecto Puente, Isaac de Paz, candidato a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aseguró que de ser electo “pisaré callos (…) sea quien sea”, afirmando que no fallará al pueblo, ya que éste “no perdona”.
ENTREVISTA COMPLETA
¿Quién es Isaac de Paz?
Isaac de Paz González es uno de los aspirantes a ocupar un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el marco de la elección judicial del próximo 1º de junio.
Originario de Santa María Pipioltepec, en Toluca, Estado de México, es abogado postulante, profesor e investigador. Aunque no cuenta con experiencia dentro del Poder Judicial, ha sido una voz activa en el respaldo a la reforma judicial y electoral impulsadas durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, enfocándose en la justicia social y la soberanía nacional.
Su candidatura está orientada a promover un nuevo enfoque dentro del máximo tribunal del país. Según sus propias palabras, busca ser “un ministro que promueva el bienestar general, el bienestar social, del individuo y de aquellos sectores más desprotegidos”, dejando en claro que no se limitará a asumir ese rol por un eslogan.
Su perfil ha sido descrito por medios como El Financiero como el de un académico comprometido con las causas sociales, más que como un operador judicial tradicional.
Las propuestas de Isaac de Paz se agrupan en ocho ejes estratégicos. Entre ellos destaca su compromiso con las víctimas de violaciones a derechos humanos mediante mecanismos de respuesta y reparación integral; la defensa de los derechos territoriales de los pueblos originarios frente al extractivismo corporativo; y la protección de la soberanía nacional en litigios de alto impacto económico.
También busca reformar el sistema de amparos para facilitar el acceso a la justicia, mejorar las condiciones del sistema penitenciario ante casos de trato inhumano, y fortalecer la respuesta de la Corte en temas de derechos de la infancia.
Asimismo, propone reconfigurar los derechos relacionados con justicia social, pensiones y reducción de la desigualdad, además de fortalecer la exigibilidad de los derechos culturales y deportivos.