Los Ángeles, 1 de mayo (LaOpinión).- La exvicepresidenta de Estados Unidos (EU), Kamala Harris, reapareció en la escena pública en San Francisco, la ciudad que marcó el inicio de su carrera política, para pronunciar su primer discurso importante tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2024 frente al presidente Donald Trump.
Durante la apertura en la gala del vigésimo aniversario de Emerge America, y tras mantener un bajo perfil después de su derrota electoral, la exvicepresidenta Kamala Harris reapareció el miércoles en la escena política con un discurso en el que criticó duramente al presidente Donald Trump y alertó que EU está al borde de una “crisis constitucional”.
En su discurso, que se produce poco después de los primeros 100 días de Trump en el cargo, Harris apuntó a su exponente, diciendo que “en lugar de una Administración que trabaje para promover los ideales más altos de Estados Unidos, estamos presenciando el abandono total de esos ideales”.
“Cuando colapsan por completo, si el Congreso no cumple con su función, o si la Corte falla en hacer la suya, o incluso si ambos hacen su parte, pero el presidente los desafía de todos modos, eso se llama una crisis constitucional”, sentenció la política, quien perdió las elecciones generales de noviembre contra Trump.
Desde la derrota en las urnas —que fue recibida como un duro golpe, del cual los demócratas aún no han sabido recuperarse del todo—, Harris se ha mantenido alejada de la esfera pública, aunque se especula que podría entrar en la carrera para la Gobernación de California.
A pesar de entregar un análisis sombrío, de un Gobierno en crisis que “eventualmente afectará a todos”, Harris reconoció el “coraje” de políticos y activistas en el país que están expresando su oposición al trumpismo.
En concreto, la demócrata habló de los jueces —a quienes el Gobierno ha tildado de “radicales”—, de las universidades, y mencionó por nombre propio a legisladores como Chris Van Hollen, Bernie Sanders y Cory Booker.
La exvicepresidenta acusó también a Trump de haber “abandonado” los valores estadounidenses de “igualdad y derechos inalienables”, y de querer avanzar una política para privatizar la sanidad pública, disminuir la financiación a las escuelas y dar beneficios financieros a los más ricos.
“Recuerden, este país es de nosotros y no de los que ocupan la Casa Blanca”, insistió Harris.
Harris afirmó que la Administración Trump y sus aliados “cuentan con la idea de que el miedo puede ser contagioso. Cuentan con la idea de que si logran atemorizar a algunas personas, esto tendrá un efecto disuasorio en otras”.
Harris calificó la guerra comercial de Trump como “la mayor crisis económica provocada por el hombre en la historia presidencial moderna” y describió los aranceles del presidente como “imprudentes”.
Harris dijo que los aranceles impuestos por la Administración Trump han “perjudicado a los trabajadores y a las familias al aumentar el costo de los productos básicos de uso diario”, y están paralizando “a las empresas estadounidenses, grandes y pequeñas, obligándolas a despedir personal, dejar de contratar o pausar decisiones de inversión”.