La corrupción es un mal que aqueja a prácticamente todas las naciones. El manejo de multimillonarios recursos públicos le ofrece fácilmente a los encumbrados en el poder a quedarse con porcentajes de todo ese dinero utilizado. No estamos diciendo que esté bien, pero la mayoría de los que buscan altas posiciones, no es para trabajar por los demás, no nos chupemos el dedo a estas alturas. Claro, hay honrosas excepciones en todo el orbe.
El verdadero problema es la maldita impunidad. Es decir, quien la hace, aquí no la paga. Un buen ejemplo es el caso Odebrecht. Latinoamérica reaccionó rápidamente y México sigue navegando en la impunidad. Esta región del planeta investigó y castigó; pero aquí, se protegió y nadie pagó los platos rotos.
Luiz Inácio Lula da Silva (presidente de Brasil) fue condenado en 2017 por recibir dinero en efectivo de funcionarios de la empresa. Se habla de 4 millones de dólares. Su condena fue anulada, pero tuvo que regresar el dinero.
Alejandro Toledo (presidente de Perú) fue condenado, en 2024, a 20 años de prisión por recibir 35 millones de dólares. A cambio, dio concesiones para construir y operar carreteras.
Pedro Pablo Kuczynski (presidente de Perú) vive en arresto domiciliario -por su edad- por lavado de activos para la empresa brasileña.
Alan García (presidente de Perú) ya fallecido, también recibió sobornos para que Odebrecht construyera el metro de Lima. Se suicidó en abril de 2019, cuando la policía llegó a detenerlo.
Keiko Fujimori (candidata presidencial de Perú) lavó activos y vive en prisión preventiva por recibir 1.2 millones de dólares de la empresa.
Jorge Glas (vicepresidente de Ecuador) fue condenado en 2017 a seis años de prisión. Fue liberado en 2022.
Juan Manuel Santos (presidente de Colombia) fue acusado por recibir sobornos de la empresa; fue absuelto por falta de pruebas, pero todos los señalan como culpable. Ricardo Martinelli (presidente de Panamá) lavó activos por 6 millones de dólares, a cambio de ofrecer a Odebrecht el metro de la ciudad.
Mauricio Funes (presidente de El Salvador) huyó a Nicaragua acusado de enriquecimiento ilícito gracias a la empresa. Otto Pérez Molina (presidente de Guatemala) financió su campaña con 32 millones que llegaron en un avión desde São Paulo.
Y Ollanta Humala (presidente de Perú) fue condenado ayer a 15 años de prisión, junto con su esposa, por recibir 3 millones de dólares para financiar su campaña.
Aquí en nuestro país, Emilio Lozoya es el único menso señalado. No quiere abrir la boca.
¿Ya está claro que en México impera la impunidad?
COLOFÓN:
*Fui testigo del Zócalo Ciudadano #24. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, el Secretario de Gobierno, César Cravioto, y prácticamente todo el Gabinete, atienden directamente a quien se acerque.
*Hasta el domingo 27 en la CDMX hay un gran despliegue de seguridad con motivo de la Semana Santa.
*Casi 15 mil elementos, con 268 vehículos, 40 motos, cinco grúas, 22 ambulancias, y un helicóptero protegiendo a los turistas.
POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
GUSTAVO@GUSARTELECOM.COM.MX
X: @GUSTAVORENTERIA