Por Florina Garza Brunswick
Las adicciones son uno de los problemas de salud pública más complejos y devastadores a nivel global. Su impacto no solo afecta la salud física y mental de quienes las padecen, sino que también repercute en sus relaciones sociales y en su calidad de vida. Las adicciones no se limitan solo al consumo de sustancias como drogas o alcohol, sino que también pueden incluir conductas repetitivas como el juego patológico o el uso excesivo de la tecnología. En esta columna presento las causas, los efectos, los tratamientos actuales y las estrategias de prevención de las adicciones, apoyados por una experiencia directa en el tratamiento de esta condición.
Una adicción es una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el consumo compulsivo de una sustancia o la repetición de una conducta, a pesar de sus consecuencias negativas. Las adicciones pueden dividirse en dos grandes categorías: adicciones a sustancias y adicciones conductuales.
- Adicciones a sustancias: incluyen el consumo de drogas, alcohol, tabaco, entre otras.
- Adicciones conductuales: implican comportamientos como el juego patológico, la adicción al trabajo, las redes sociales, entre otros.
Fuente: Asociación Mexicana de la Adicción (ASAM)
En el tratamiento de las adicciones, es esencial comprender que se trata de un proceso complejo que involucra tanto factores biológicos como psicológicos y sociales.
Las adicciones tienen múltiples causas que varían según cada individuo. Entre los factores más comunes se encuentran:
- Factores biológicos: alteraciones en los circuitos cerebrales que afectan la dopamina y otros neurotransmisores implicados en el sistema de recompensa.
- Factores psicológicos: trastornos emocionales como la depresión, la ansiedad y el estrés pueden predisponer a una persona a desarrollar una adicción.
- Factores sociales: el entorno familiar, la presión social, la falta de acceso a la educación y el desempleo juegan un papel importante en el desarrollo de adicciones.
En mi experiencia al frente de un centro de rehabilitación de adicciones, he observado que muchas pacientes presentan sintomatologías similares en el deterioro de sus facultades físicas y mentales debido al consumo de sustancias. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la pérdida de peso, daños neurológicos, descalcificación de huesos y dientes, y problemas intestinales severos. La valoración médica y psiquiátrica es el primer paso crucial en el proceso de internamiento de un paciente, ya que es esencial contar con un diagnóstico médico claro que permita desintoxicar adecuadamente el cuerpo.
Además, hemos observado que muchas personas que llegan a tratamiento han caído en el consumo debido a la falta de diagnóstico de trastornos mentales, como esquizofrenia, trastorno bipolar, psicosis o trastornos obsesivos-compulsivos. La ausencia de un diagnóstico adecuado lleva a la automedicación con pastillas o el consumo de otras sustancias. La severidad de cada caso depende del tiempo sin diagnóstico, y algunas pacientes requieren atención psiquiátrica especializada para abordar estos trastornos subyacentes.
Las adicciones tienen un impacto directo sobre el cuerpo y la mente de los individuos.
- Impacto físico: el consumo prolongado de sustancias puede ocasionar daños irreversibles en órganos como el hígado, los riñones, y el corazón, además de provocar afecciones neurológicas, como problemas de memoria y concentración.
- Impacto psicológico: las adicciones están frecuentemente asociadas con trastornos de salud mental como depresión, ansiedad y psicosis. A menudo, las personas que padecen una adicción recurren al consumo para evadir emociones dolorosas, como el miedo, el dolor emocional o la baja autoestima.
Un fenómeno recurrente en muchos de los pacientes que tratamos son los síntomas emocionales, como la depresión y la ansiedad, que desencadenan el consumo de drogas. En algunos casos, los intentos suicidas o los comportamientos como el “cutting” (autolesiones) son claros indicios de un sufrimiento profundo que los pacientes intentan ocultar a través de las sustancias.
El tratamiento de las adicciones debe ser integral, abordando tanto los aspectos físicos como los psicológicos del paciente. Los enfoques actuales incluyen:
- Tratamientos farmacológicos: el uso de medicamentos para controlar los síntomas de abstinencia, reducir los antojos y ayudar a restaurar el equilibrio neuroquímico en el cerebro.
- Terapias psicológicas: las terapias como la cognitivo-conductual son fundamentales para ayudar a los pacientes a cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que refuerzan la adicción.
- Modelos de rehabilitación: programas ambulatorios, residenciales y comunitarios ofrecen el apoyo necesario para que los pacientes se reintegren de manera efectiva a la sociedad.
Fuente: Substance Abuse and Mental Health Services Administration. Mental and Substance Use Disorders. https://www.samhsa.gov/disorders. Published June 20, 2014. Accessed June 4, 2018.
Sin embargo, también es esencial tratar los trastornos emocionales y psicológicos que pueden haber llevado al paciente a recurrir al consumo. En muchos de los casos que atendemos, la raíz de la adicción radica en experiencias emocionales dolorosas o traumas no resueltos.
En generaciones anteriores, aquellos que nacimos en los años 70 y antes sabemos por experiencia que tratar cualquier situación relacionada con trastornos mentales era un tabú. Estas condiciones eran consideradas vergonzosas, invisibles e incluso prohibidas de discutir. Las personas con trastornos mentales vivían grandes sufrimientos, siendo objeto de abusos, burlas y desaprobación social, recurriendo al consumo de sustancias como una forma de escapar del dolor y la incomodidad.
Hoy en día, gracias a los avances en la medicina y a la aceptación de la salud mental como parte integral del bienestar, el tratamiento de las adicciones ha avanzado significativamente. La integración de terapias psicológicas y la mayor conciencia social sobre los trastornos mentales han permitido que más personas reciban la atención necesaria para superar sus adicciones y recuperar su calidad de vida.
Para lograr la recuperación de las adicciones, es necesario descubrir la raíz que llevó a la persona a caer en el abismo de las drogas. La adicción no solo es un comportamiento compulsivo hacia una sustancia, sino una forma de escapar de algo más profundo: un sufrimiento emocional, un trauma no resuelto o un dolor que no queremos enfrentar. Las personas adictas usan sustancias como una máscara para ocultar su sufrimiento interno. Reconocer que necesitamos ayuda es el primer paso, y uno de los más difíciles.
En mi experiencia, este proceso de autoconocimiento es esencial para lograr una recuperación exitosa. Entender que cometemos errores, aceptar nuestras vulnerabilidades y afrontar las consecuencias de nuestras acciones nos permite empezar el camino hacia la sanación.
El tratamiento de las adicciones es un viaje largo, pero posible. Los avances en la medicina, la terapia y la comprensión de los trastornos mentales han abierto nuevas oportunidades para quienes luchan contra esta enfermedad. Cada día, las personas tienen la capacidad de levantarse, reconocer sus problemas y buscar el apoyo necesario para sanar. El objetivo final de cualquier ser humano es encontrar la paz interior, sanar y ser feliz.
Si tienes dudas o necesitas más información llama a la Línea de la Vida 800-9112000 y en Hermosillo llama al 662215-8021, nunca es tarde para recuperar tu salud.
La autora es egresada de la carrera de Administración por la Universidad de Monterrey.
Con estudios en el Desarrollo Sostenible e Inclusión por Universidad Iberoamericana de Puebla y cursos en Gestión de Desarrollo Social. Miembro Activo de Centros Especializados en Tratamiento de Adicciones del Estado de Sonora, así como de la Red de Organizaciones Civiles, la Junta de Asistencia Privada y la Mesa de Adicciones de la Asociación Hermosillo ¿Cómo Vamos? Actualmente se desempeña como la directora del Centro de Rehabilitación y Prevención en Adicciones: La Posada del Buen Samaritano.