Por Maribel Pallanez Murrieta
Este artículo pretende mostrar el contexto en el que la Presa Abelardo L. Rodríguez (Presa ALR) también denominada “Presa de Hermosillo”, se ha convertido a través de los años, de una infraestructura hidráulica a un humedal con características ecológicas importantes y con aportación de bienes y servicios adicionales a la captación de agua. Buscamos que éste sea un artículo introductorio a la inminente necesidad de conservación de este espacio, el cual constituye una de las zonas núcleo de una Área Natural Protegida estatal.
Breve historia de la Presa ALR como estructura hidráulica
La Presa ALR, situada al oriente de la ciudad de Hermosillo, se inaugura en 1948, con un tiempo de vida de 50 años y un volumen de almacenamiento a nivel del Nivel de Aguas Máximo Ordinario (NAMO) de 219.5 Mm3 (aproximadamente 4258 ha), mientras que la capacidad al nivel del Nivel de Aguas Máximo Extraordinario (NAME) era de 284.5 Mm3 (Gobierno de Sonora, 2023) (aproximadamente 4730 ha). Una característica importante de la presa es la permeabilidad del suelo donde está edificada, pues permite la infiltración del líquido al subsuelo y la alimentación de los mantos freáticos localizados aguas abajo de la misma, recargando a su vez los volúmenes de agua de los pozos localizados en esa área (Comisión Nacional del Agua, 1996).
La presa ALR, mantenía como afluentes tres de los ríos que convergen en la cuenca del río Sonora, el más importante de ellos es el río Sonora, que completaba un recorrido de 294 km hasta la presa en la ciudad de Hermosillo. Por 42 años las descargas de este río tenían como última disposición el vaso de la presa ALR; sin embargo, el fuerte impulso que experimentó la ciudad propició que durante 1990 el gobierno estatal y municipal, plantearan dentro del programa denominado “Programa Especial de Hermosillo”, la zonificación y urbanización de cerca de 800 has. localizadas aguas debajo de la presa (conocida popularmente como “las obras del vado del río”). Tal situación, motivó la necesidad de revisar la seguridad en cuanto a la prevención de inundaciones en el sitio, llegándose a la conclusión de que se requería la construcción de un embalse para regulación de avenidas sobre el cauce del río Sonora, a 22 kilómetros aguas arriba de la presa ALR. Así nace en 1991, la presa Rodolfo Félix Valdéz (El Molinito), ubicada a 22 kilómetros aguas arriba de la Presa ALR, sus objetivos fueron el control de avenidas del río Sonora, la retención de azolves y como fin secundario, el abastecimiento de agua potable para la zona urbana de Hermosillo. Las dimensiones de la obra mantienen una capacidad de almacenamiento en el NAMO de 150 Mm3, y de 272 Mm3 en el NAME. Esto modificó el panorama hidrológico de la región, pues a partir de entonces, la presa El Molinito recibe como principal afluente las aguas del río Sonora. Aguas abajo de esta presa, se unen los ríos San Miguel de Horcasitas y Zanjón que descargan en la Presa ALR.
Breve historia de la Presa ALR como área de importancia ecológica
Para definir el valor ecológico de la Presa ALR, nos remontaremos al 4 de junio de 1938, cuando se decretó el área donde ahora se encuentra la mencionada presa, como “Zona Protectora Forestal de la ciudad de Hermosillo” con el objetivo de disminuir la erosión de las pendientes altas que afectaban a las zonas agrícolas de las partes bajas, al mismo tiempo que se ayudaba a regular el clima (DOF, 1938).
Posteriormente, en 1994, el gobernador del estado en turno (Manlio Fabio Beltrones Rivera), solicitó al entonces Centro Ecológico de Sonora (CES), realizar un estudio para determinar si la zona contaba con los requerimientos para decretarse como área natural protegida estatal a fin de contar con la herramienta legal que salvaguardara la calidad del agua almacenada en las presas ALR y El Molinito, protegiendo al mismo tiempo, su entorno ecológico y el sistema que las interconecta. Debido a la importancia ecológica del sitio, en 3 de febrero de 1994 se valida dentro del Sistema de Áreas Naturales Protegidas del Estado de Sonora (SANPES) la “Zona sujeta a conservación ecológica”, con un total de 28,189 has. que permitirían restaurar y preservar la calidad de las aguas embalsadas en la presa ALR, al mismo tiempo que se evitaría la destrucción de los elementos naturales que la constituyen y dan lugar a los ecosistemas existentes en torno a este sistema de presas (Boletín Oficial del Estado de Sonora, 1994). El área se dividió en dos zonas generales: zona núcleo y de amortiguamiento. La zona núcleo 1 está limitada por el vaso de la presa ALR, mientras que en la zona núcleo 2 se consideró el vaso de la presa El Molinito. Según este decreto, la Presa ALR sostiene relaciones ecológicas importantes que albergaron aproximadamente a 35 especies de aves, algunas importantes por su carácter migratorio internacional y grado de protección. Además sostuvo al menos seis especies de peces, entre los que destacan el charalito del desierto y el matalote ópata por ser especies nativas endémicas de la región; al igual que otra fauna de menor abundancia, pero no por ello de menor importancia en el ciclo ecológico del sistema.
El 19 de septiembre del 2014, el área natural protegida se redujo de 28,189 has a 17,282 has. y su categoría cambió a la de Reserva Estatal; los argumentos utilizados para ello fueron el crecimiento y expansión desordenada de la ciudad de Hermosillo que presentó una demanda habitacional en sitios próximos al Sistema de Presas y la disminución de los escurrimientos hidrológicos de la zona que propiciaron la pérdida de algunas de las características ambientales que le dieron origen (la zona núcleo de la presa ALR corresponde a 1,350 ha.) (Boletín Oficial, 2023).
En 2023, debido a la presión ejercida por la Sociedad Civil Organizada, la laguna La Sauceda (40.42 has) son añadidas a la ANP quedando con una superficie de 17,323 has. Cabe mencionar que esta adición no favorece ni perjudica al embalse de la presa ALR, la cual ha estado en el ojo del huracán debido a las declaraciones realizadas públicamente por el Gobernador del Estado de Sonora (Dr. Francisco Alfonso Durazo Montaño) quien propone vender el 75% de los terrenos contenidos en el vaso de la presa para financiar la construcción de dos embalses más, con el propósito de “asegurar” el agua a los hermosillenses.
Creemos fervientemente que, a la vuelta de 76 años de haberse edificado, la presa de Hermosillo se ha constituido como un Humedal construido (laguna de agua dulce) que brinda bienes y servicios ambientales importantes para la comunidad hermosillense y por lo cual debe conservarse. La historia de protección del sitio nos muestra algunos de los servicios ambientales que ha prestado durante su tiempo de vida, estos servicios ambientales son:
- Mitigación al cambio climático
- Hábitat para fauna y flora silvestre
- Tierras agrícolas fértiles por formación de suelo.
- Recreación y esparcimiento
- Control de avenidas/ inundaciones
- Regulación de agua
- Recarga de acuíferos
- Estabilización del microclima
- Diversidad biológica
- Patrimonio cultural
- Polinización
- Refugio de fauna y flora
- Tratamiento de desechos
Desgraciadamente estos servicios ambientales han sido infravalorados por las dependencias gubernamentales y los esfuerzos de los grupos sociales no ha permeado lo suficiente en las decisiones políticas que se toman en torno a su manejo, lo que se demuestra por las frecuentes sequías que aquejan la zona y que ponen en riesgo su conservación.
No tenemos dudas de que los pobladores de la ciudad de Hermosillo merecen contar con espacios públicos que estén a la altura de las grandes ciudades por lo que es importante valorar a las ANP como una estrategia jurídica que brinda certeza a su protección y conservación.
Para el caso de la Presa ALR, más que su venta, se sugiere la realización de un estudio que determine el caudal de agua que requiere mantener a fin de salvaguardar los servicios ambientales con los que cuenta (caudal ecológico estipulado en la Norma Mexicana NMX-AA-159-SCFI-2012), además de generar un programa alineado al programa de manejo de la ANP en su totalidad que nos permita contar con un espacio natural para el disfrute de los hermosillenses.
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Hermosillo ¿Cómo Vamos? es una organización democrática e incluyente, la opinión del autor(a) en esta colaboración no representa la postura, ideología, pensamiento o valores de la organización desde donde promovemos el derecho a la libre expresión, la construcción de opiniones y la formación de pensamiento crítico.
Estamos abiertos al diálogo, la deliberación y la construcción de propuestas para la atención a los desafíos locales con el propósito de que Hermosillo sea un mejor lugar para vivir.
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La autora es Profesora – Investigadora de la carrera de Lic. en Ecología de la Universidad Estatal de Sonora. Integrante de la RED Hermosillo ¿Cómo Vamos?