Hermosillo, Sonora.- Al pasar por una crisis económica, Arnulfo y Juana, de 59 años, se mudaron del Estado de México a Sonora, buscando más oportunidades para salir adelante; actualmente venden dulces para mantenerse.
Arnulfo explicó que al sur del país se vive mucha inseguridad, debido a que el crimen organizado se pelea por las plazas y los comerciantes deben pagar con su mercancía.
“Si tienes 30 pollos, deberías darles la mitad, además de acceder a venderlo al precio que ellos quieran, para estos revenderlos a costos más elevados”, explicó Juana.
Cansado de esta situación, Arnulfo salió de su hogar, en busca de estabilidad.
El plan era dirigirse hacia ‘el otro lado’, pero la persona que iba a ayudarle le dejó de contestar y se quedó varado en Hermosillo. Relató que un señor le dio trabajo y un lugar para vivir, por lo que tiene siete meses en la capital de Sonora.
Empezó vendiendo paletas heladas, para después, con sus ahorros, comprar un triciclo en el que ahora vende chicharrones, dulces y refrescos.
Juana se trasladó hace dos meses para reunirse con Arnulfo y ahora le ayuda y se van a distintos puntos de la ciudad a vender.
Juntos van al Parque Madero, Catedral y afuera de las primarias a la hora de la salida, donde los niños lo buscan para comprarse sus papitas con chamoy, lo cual agradece Arnulfo, pues de estas ventas sale poder comer, vestirse y pagar la renta que le permite tener donde dormir.
“Gracias por su apoyo, porque me compran, porque de eso vivo, a los niños que ellos vienen hacia mí, que sigan viniendo”, expresó.
Finalmente, dijo que tiene las esperanzas de cambiar su triciclo por una motocicleta, para que Juana vaya más cómoda cada que den sus rutas para vender sus productos.