La disposición correcta de los medicamentos caducados o sobrantes que se generan en el hogar es un tema que frecuentemente se pasa por alto. Sin embargo, es fundamental para evitar riesgos a la salud y proteger el medio ambiente. En Hermosillo, como en muchas otras ciudades, la falta de claridad sobre qué hacer con estos residuos es un problema que requiere atención urgente. A pesar de que las leyes estipulan que estos residuos no deben mezclarse con la basura común, la falta de políticas y acciones concretas por parte de los ayuntamientos ha dejado a la ciudadanía sin opciones claras para desechar estos productos de forma segura.
Los medicamentos caducados o no utilizados que se tiran a la basura común pueden representar un riesgo significativo. Cuando estos productos terminan en vertederos, pueden filtrarse a las aguas subterráneas y contaminar ríos, lagos y otros cuerpos de agua. Esto puede afectar la flora y fauna acuática, y eventualmente repercutir en la salud humana. Además, existen riesgos de intoxicación si estos medicamentos son accidentalmente ingeridos por niños o animales.
Pero, ahora bien, que nos señala el marco legar en México sobre la disposición de medicamentos:
En México, el manejo adecuado de los medicamentos caducados está regulado principalmente por la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), que establece la clasificación de residuos y obliga a tratar los residuos peligrosos de forma distinta a los residuos urbanos comunes. Según esta ley:
Medicamentos caducados son considerados residuos peligrosos debido a sus características químicas y biológicas, por lo que no deben desecharse junto con la basura doméstica. Sin embargo, aunque la ley identifica y clasifica estos residuos, muchas veces no existe una infraestructura local que permita su correcta recolección y tratamiento. Aquí es donde los municipios juegan un papel crucial.
En el caso de Hermosillo, hay una falta de políticas claras para la gestión de estos residuos. A pesar de que la legislación señala que estos no deben ir a la basura, los ciudadanos no siempre tienen claro dónde llevarlos o qué hacer con ellos. Los ayuntamientos deben asumir un papel más activo y responsable en esta cuestión. Algunas propuestas que podrían implementarse incluyen:
- Instalación de puntos de recolección, como, por ejemplo, los mismo reciclacentros de Hermosillo.
- Los ayuntamientos deben realizar campañas informativas para educar a la población sobre los riesgos de tirar medicamentos.
- Se puede fomentar la colaboración entre los gobiernos locales y las empresas farmacéuticas para que estas últimas participen en programas de “devolución de medicamentos”.
- Los ayuntamientos pueden crear centros específicos para la recolección de diferentes tipos de residuos peligrosos como es el caso de los medicamentos.
La correcta disposición de los medicamentos caducados es una responsabilidad compartida que requiere la participación de ciudadanos, empresas farmacéuticas y autoridades municipales. No basta con que las leyes existan en papel; es necesario que se traduzcan en acciones concretas que faciliten la gestión de estos residuos. Hermosillo tiene la oportunidad de ser un ejemplo para otras ciudades si decide tomar el liderazgo en este tema tan importante.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C