El Día Mundial de la Alimentación, se conmemora cada 16 de octubre, en donde se busca generar conciencia sobre la seguridad alimentaria y su relación con la sostenibilidad ambiental. En un contexto donde más de 820 millones de personas padecen hambre, mientras 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente, se evidencia la necesidad de un cambio estructural en los sistemas alimentarios. Además, el cambio climático y la degradación ambiental, como la desertificación y la escasez de agua, agravan la crisis alimentaria al reducir la capacidad de producción agrícola, afectando principalmente a las regiones más vulnerables.
El cambio climático, responsable de fenómenos extremos como sequías e inundaciones, amenaza la producción de alimentos, al igual que el uso insostenible de los recursos naturales. Otro dato para destacar es el sector agrícola, el cual utiliza el 70% del agua dulce global y genera alrededor del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que subraya su impacto ambiental.
Para enfrentar estos desafíos, la FAO y otras organizaciones promueven acciones clave como la agricultura sostenible, que fomenta la regeneración de suelos y la biodiversidad, y la reducción del desperdicio de alimentos, que actualmente representa el 8% de las emisiones globales de CO2. Además, se impulsa la adopción de dietas más sostenibles, la conservación del agua y la promoción de la economía circular en el sector alimentario.
La participación de los ciudadanos también es esencial. Cambios como la adopción de una dieta basada en productos locales y frescos, la reducción del desperdicio de alimentos en el hogar y el apoyo a los agricultores que implementan prácticas sostenibles pueden contribuir significativamente a la creación de un sistema alimentario más justo y respetuoso con el medio ambiente.
El Día Mundial de la Alimentación nos recuerda la urgencia de garantizar una alimentación adecuada y sostenible para todos, sin comprometer los recursos naturales. Alimentar al mundo y proteger el planeta no solo es posible, sino imprescindible para un futuro próspero y equilibrado.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C