A unos días de cumplirse 10 años desde la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, se reportó la recaptura de Felipe Rodríguez Salgado, alias “El Cepillo, presunto sicario de la organización criminal Guerreros Unidos, involucrada en el secuestro de los jóvenes durante la noche del 26 de septiembre de 2014.
De acuerdo con su ficha en el Registro Nacional de Detenciones (RND), “El Cepillo” fue recapturado la tarde del viernes 20 de septiembre, cuando se encontraba en un domicilio del municipio San Marcos, Guerrero.
Tras su detención, efectuado por personal de la Policía Federal Ministerial, el presunto sicario de Guerreros Unidor fue puesto a disposición del Ministerio Público y trasladado a la subsede de la Fiscalía General de la República (FGR) en Acapulco.
¿Quién es “El Cepillo”?
Felipe Rodríguez Salgado se convirtió en uno de los personajes clave en la llamada “verdad histórica” que orquestó la administración del expresidente Enrique Peña Nieto y que ejecutaron Tomás Zerón de Lucio (exjefe de la Agencia de Investigación Criminal, exiliado en Israel) y Jesús Murillo Karam (exprocurador, en prisión domiciliaria); según dicha investigación, era el segundo al mando en Guerreros Unidos y habría sido él quien dio la orden para secuestrar a los estudiantes de Iguala, llevarlos al basurero de Cocula y ajucutarlos.
Sin embargo, las investigaciones del caso dieron un giro cuando organismos internacionales y defensoras de Derechos Humanos hicieron énfasis en las irregularidades de las autoridades y en los señalamientos de tortura para obtener declaraciones de los presuntos implicados.
En este contexto, en 2020 se difundió un video en el que aparece Tomás Zerón interrogando al “Cepillo”, quien llevaba el rostro cubierto con una bolsa negra, el dorso desnudo y las manos atadas a la espalda.
En el documental de MAX “Los 43 de Ayotzinapa: Un crimen de Estado”, Tomás Zerón nego haber torturado al presunto sicario de Guerreros Unidos y dijo que utilizó la amenaza para que no le dijera mentiras: “porque ya teníamos varios testimonios que lo vinculaban en el lugar como homicida de los estudiantes, lo mencionan como el que les pagaba (…) Es una amenaza, no es tortura.
Con información de ‘Infobae’