Las personas vitamina apoyan, inspiran, animan, transmiten confianza y sacan lo mejor de los demás, generando un ambiente en el que los colaboradores se siente motivados. Y en ello recae la importancia de identificarlos y sobre todo tenerlos en los diferentes departamentos de la organización.
El término de “persona vitamina” fue acuñado por la Psiquiatra Marián Rojas Estapé quien define a estas, como aquellas que nos hacen sentir bien, nos impulsan y se alegran de nuestros logros, tanto como nosotros mismos. Por eso es fundamental que sepamos quiénes son esas personas que generan en nosotros positivismo y nos hacen desarrollarnos a nivel personal y profesional.
Está científicamente comprobado que rodearnos de compañeros y compañeras de trabajo felices influye de manera radical en nuestro estado de ánimo y en nuestra productividad. Y esto es gracias a las neuronas espejo. Hay una fuerte implicación de estas neuronas en nuestra capacidad de aprender socialmente y replicar acciones significativas.
Comprender los movimientos y tareas de los demás, establecer conexiones emocionales y sociales valiosas, contribuye al bienestar emocional y a la calidad de las relaciones interpersonales en el trabajo.
En distintas investigaciones se ha analizado los beneficios de ser feliz en el día a día laboral, tanto para las empresas como para los empleados, se relaciona de manera muy directa la felicidad en el trabajo con la productividad. De hecho, un estudio realizado en 2021 por la Universidad de Warwick (Reino Unido), por ejemplo, estima que los trabajadores felices son un 12% más productivos.
La característica más distintiva de la persona vitamina es que incentivan al resto a avanzar en proyectos, apoyan su trabajo y son capaces de bajar la ansiedad en el otro y provocan que confiemos en lo que hacemos y somos. En otras palabras, son “baterías de energía” para el resto, mantienen la cohesión y la motivación en los equipos de trabajo.
Ahora, ¿Cómo puedes ser tú una persona vitamina en tu espacio laboral?
Si bien las características propias de una “persona vitamina” están estrechamente internalizadas en su personalidad. Hay algunas acciones que podemos practicar para acercarnos a esta definición:
- Tener un discurso positivo.
- Comunicarse asertivamente.
- Enfocarse en la solución y no en el problema.
- Escuchar activamente.
- Validar emociones propias y las de sus compañeros.
- Mostrar disposición en colaborar y hacer equipo.
- Mostrar interés en integrar las opiniones de diversas voces.
- Reconocer con entusiasmo las fortalezas y logros de sus compañeros.
- Permitirse confiar en el otro.