Ayer fue la última sesión de la comisión permanente en el Congreso federal y con ello llegó el fin de la LXV legislatura, que pasará a la historia como una de las más violatorias en los procesos legislativos de los últimos 30 años, por “lo sucio” con que fueron aprobadas diversas leyes como reformas secundarias y constitucionales.
Morena y sus aliados incumplieron con las normas de la ruta legislativa para someter a votación los proyectos de López Obrador, como en aquel “viernes negro” del Senado, cuando la bancada liderada por Ricardo Monreal votó dictámenes en comisiones sin ofrecer copia a los legisladores de oposición o votar mediante firma y no presencial sus integrantes, falsificó la firma de una legisladora que estaba en Europa para mandar traer a su suplente y conseguir la mayoría necesaria y subir de última hora al pleno proyectos sin incluirlos en la gaceta parlamentaria.
La Suprema Corte frenó la “borrachera” legislativa de Monreal y su gente de partido e institutos políticos aliados por presiones para quedarle bien al Presidente de la República. Los ministros en su mayoría aceptaron 17 impugnaciones en 12 reformas sustanciales para el país en una sola jornada. No fue el único caso, aunque sí el que hace historia como el más desaseado del que se tenga memoria en el periodo moderno del Poder Legislativo. Al menos hay registro de otras cinco sesiones entre Cámara de Diputados y Senado en las que también se hizo trampa para cumplirle al mandamás.
Empoderados los morenistas al saberse apabullantes, han actuado en los últimos días sin limitaciones ni control para manejar el poder que les dio la impugnada sobrerrepresentación legislativa que para la oposición es artificial, porque la autoridad electoral usó criterios equivocados para concederle a los partidos de la 4T posiciones no merecidas por sus votos obtenidos en lo particular, y en cambio castigó a los de oposición. Quienes integrarán la próxima Legislatura que se instala el domingo ya se “frotaban las manos” para sacar adelante ese mismo día las reformas judicial y de extinción de organismos autónomos.
Tuvo que intervenir Claudia Sheinbaum ejerciendo su liderazgo para que se “guardaran los cuchillos”, por ahora, que afilaban para el primer día de sesiones de la nueva representación en San Lázaro. Ante de irse a reunir con López Obrador a Palacio Nacional para alistar la transición de gobierno y discutir el próximo presupuesto federal, apareció una presidenta electa prudente para enfriar los ánimos de sus legisladores al pedirles no aprobar las reformas el 1 de septiembre en ánimo de no echar a perder el proyecto, como ha sido costumbre, pues con el propio Monreal, premiado como próximo coordinador de la bancada de Diputados, no hay garantía debido a los antecedentes inmediatos.
UPPERCUT: No es que se busque “echar reversa”, aun cuando ayer también fue un día de choque entre la SCJN y el gobierno de AMLO y de transición, después de que Norma Piña aceptó un recurso del PAN impugnando el proyecto del INE sobre la sobrerrepresentación. La propia Ernestina Godoy, próxima consejera jurídica de presidencia, asegura que la denuncia de contradicción de criterios en materia electoral llevada al máximo tribunal de justicia es improcedente. Entramos al momento más turbulento de la transición y vienen tiempos políticos más feos y violentos… El choque AMLO vs. EU-Canadá es otro capítulo.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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