-Anuncio-
jueves, noviembre 21, 2024

1945 – Hiroshima: el 6 de agosto no se olvida

Héctor Rodríguez Espinoza
Doctor en Derecho, catedrático desde 1969 del Departamento de Derecho de la Universidad de Sonora. Editorialista y autor de 25 libros de Jurisprudencia y Cultura, Ed. Porrúa y Editorial Académica Española. Expresidente del Consejo de Certificación Barra Sonorense de Abogados. Profesionista distinguido 2013 y 2016.

Relacionadas

- Advertisement -

«Admito que la guerra estaba casi terminada, pero habría sido tonto no usar la nueva arma mortal… La victoria obtenida ha depositado sobre el pueblo norteamericano la responsabilidad permanente del liderato del mundo»
—Harry S. Truman

Héctor Rodríguez Espinoza

I.- Desde que, según el pasaje bíblico, el agricultor Caín mató a su hermano el pastor Abel, por envidia, la violencia ha acompañado a la humanidad. La guerra, como expresión de la agresividad humana pero reguladora con fría lógica, es una violencia finalizada por un Estado para destruir al enemigo. Ni el Helenismo, ni el cristianismo, ni el Islam, ni el Capitalismo, ni el Comunismo han podido evitarla.

A más de medio siglo del fin de la Segunda Guerra Mundial, la conflagración armada más mortífera que registra la humanidad, la conciencia nos llama a recordar una de sus tristemente célebres efemérides: el uso de la bomba atómica —el domingo 6 de agosto de 1945—, como símbolo de la violencia y solución armada de los conflictos.

La gota que derramó el vaso del átomo, para fines no pacíficos, fue el bombardeo sorpresivo, en diciembre de 1941, que Japón hizo a Pearl Harbor, puerto de EE.UU. en Hawaii, mismo día que le declaró la guerra. Por la alianza de Japón con Alemania e Italia, los países del Eje, EE.UU. les declara la guerra también, el 11 de diciembre.

En 1943, Italia se rinde el 8 de septiembre, mientras que Alemania se resiste.

En 1944, Roma es capturada intacta el 4 de junio y por fin llega el famoso día D, desembarcan las tropas en Normandía, el 6 de junio.

II.- Hago un paréntesis con el oportuno artículo (El poder en la banca), del profesor de periodismo en Arizona State University, Andrés Martínez, en Reforma, 07 agosto 2024.

“Harry Truman llevaba apenas tres meses como vicepresidente cuando, en abril de 1945, tuvieron que ir a sacarlo de un juego de póker con sus cuates del Senado para informarle que Franklin Delano Roosevelt había muerto, y que ahora le tocaba asumir el cargo de Presidente y comandante en jefe de la máxima potencia militar en plena Guerra Mundial. Entre las primeras prioridades del equipo de FDR estaba informar al nuevo jefe sobre el Proyecto Manhattan y el desarrollo de la bomba nuclear, que él decidiría utilizar para poner fin a la guerra cuatro meses después.

Nadie brilla como vicepresidente estadounidense, un oficio constitucional que equivale a estar sentado perpetuamente en la banca de suplentes, pero sin la posibilidad de entrar a la cancha de vez en cuando. En la vicepresidencia, existe la posibilidad de entrar al partido una sola vez, para tomar el mando del equipo, o bien pasar al olvido. Repasar la lista de ex vicepresidentes y candidatos al puesto es enumerar futuros presidentes y respuestas de concursos de trivia.

A Truman lo escogió Roosevelt como su último vicepresidente (para su cuarto periodo en la Casa Blanca) porque era una figura que a nadie ofendía. A nadie le parecía muy presidenciable el senador de Missouri que poco había logrado en el Congreso, y esa fue parte de la motivación de un líder en plena decadencia física. Roosevelt, ya muy enfermo para la elección de 1944, no quería admitir que había que pensar en la sucesión.

A diferencia de Truman, el primer vicepresidente con FDR, de 1933 a 1941, sí había sido un verdadero líder en el Congreso. Pero a diferencia de Truman, nunca asumió la Presidencia, y ahora nadie sabe su nombre. En las pocas veces en las que se menciona a John Nance Garner es para recordar su refrán de que la vicepresidencia “no vale una cubeta de orina caliente”.

El político más formidable del siglo XX que aceptó la vicepresidencia fue sin duda alguna Lyndon B. Johnson, quien abandonó su liderazgo del Senado para darle un balance geográfico e ideológico a la campaña de John F. Kennedy en 1960. LBJ, un legislador brillante y eficaz, aceptó el cargo imaginándose un tipo de co presidencia con quien había sido uno de sus colegas menos aplicados en el Senado. Pero nadie crece en la vicepresidencia, y muchos se encogen en esa banca. En poco tiempo los diarios estadounidenses publicaban notas con encabezados como “Where is Lyndon Johnson?”.

La ambiciosa biografía de Lyndon Johnson de Robert Caro es el mejor retrato del poder en la política estadounidense que se haya escrito y describe brutalmente lo humillante que fue para Johnson ser vicepresidente (quien se comparaba con un sinfín de animales castrados). Pero Caro también describe la transformación que ocurre en las semanas posteriores a la tragedia en Dallas, y cómo en poco tiempo todos veían diferente a LBJ, quien también actuaba de forma diferente, haciendo uso de sus músculos de liderazgo que se habían atrofiado en la banca.

El poder es así de caprichoso, y en las últimas tres semanas hemos visto una transformación semejante en Kamala Harris, o en nuestra apreciación sobre quién es ella. A nadie debe extrañar que no sobresaliera en la vicepresidencia (aunque igual fue muy criticada), o que al salir de la sombra para entrar a la cancha nos sorprendiéramos al recordar sus habilidades que la llevaron a estar allí, a un paso del poder.

De las primeras decisiones que tuvo que tomar Harris como candidata es a quién poner en la banca para ser su suplente, y el honor le corresponde a Tim Walz, gobernador de Minnesota. Harris tenía muchas opciones interesantes (la verdad, algunas más interesantes que Walz), pero escogió a un sólido candidato que a nadie ofende, y que al parecer no le ofenderá estar en la banca. Solo el tiempo nos dirá si él llegará a ser Presidente o se convertirá en material para juego de trivia.”

III.- En 1945, los aliados toman Berlín y acorralan a Adolfo Hitler el 1 de mayo, quien se suicida con su esposa Eva Braun y ambos cuerpos son quemados, por órdenes del mismo Fürher. En mayo termina la guerra en Europa, con una rendición incondicional el 7 de mayo. La obstinación de Japón para rendirse provocó el más aterrador de los hongos pseudocientíficos.

En la segunda mitad de los 40, después del holocausto judío, el mundo atestiguó, horrorizado, la experiencia de Auschwitz y la calculadora decisión del Presidente norteamericano Harry S. Truman —del Partido Demócrata, por cierto— de hacer estallar las dos bombas atómicas sobre grandes ciudades abiertas («para garantizar la paz», expresó), concibiendo así su visión humanista: «Admito que la guerra estaba casi terminada, pero habría sido tonto no usar la nueva arma mortal … La victoria obtenida ha depositado sobre el pueblo norteamericano la responsabilidad permanente del liderato del mundo». Con esta lógica se arrasó Hiroshima (197,000 muertos) y Nagasaki (74,000), el domingo 6 y jueves 9 de agosto de 1945, lo que decidió la rendición del Japón y canceló cualquier razón para luchar o para sobrevivir. Los japoneses firmaron su rendición el 2 de septiembre de 1945 y el Emperador Hiroito fue obligado a aceptar una Constitución democrática para su país.

Es dable recordar que los niños que nacían en Europa eran conocidos como los hijos del miedo, la institución del hogar había desaparecido; en ella participaron millones de hombres, peleándose en casi todos los continentes, mares y cielos; su desarrollo y desenlace influyó en el destino de todos los pueblos; produjo 55 millones de muertes, más civiles que militares; y sus consecuencias todavía afectan a la economía y política de la actualidad. Como lo grande se percibe a distancia, su complejidad fue tal que se prolongó por años y cambió el mapa del mundo, surgiendo los nuevos Estados socialistas, hoy desintegrados.

Terminada esta guerra industrializada, vino la paz, pero rodeada del silencio, las ruinas, los cementerios conocidos y desconocidos, de uno y otro bando. Con ello, la geografía entera se vistió de luto y el mundo se cubrió de un manto de desmoralización. La ONU emite la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En esa década, además de la bomba atómica, se inventaron el avión a reacción, el radar, la penicilina y dos elementos que tecnológicamente han impactado al mundo y transformado los conceptos y categorías de tiempo y espacio: la computación y las telecomunicaciones. En 1946 apareció la primera computadora, que tenía 17,000 bulbos, 20 metros de ancho y otros tantos de largo, tres metros de alto y 80 datos dentro (ahora tenemos las compact y las notebook que, en lugar de energía de tantos bulbos, consumen la de un foco y procesan 250 millones de caracteres. ¡Ah! ¡Si nuestra generación hubiera tenido la oportunidad, que tienen ahora nuestros hijos y nietos de utilizar, a su edad, esta herramienta!

En las telecomunicaciones, se empezaron a trasmitir 300 caracteres por segundo (ahora se trasmiten millones por segundo). También aparecieron el bikini, el cohete espacial, el jeep, el plexiglás, las medias de nylon, el snack-bar y el beso en público. La moda femenina es considerada ahora como marimacha y vulgar y, en general, relajadas la moral y las costumbres.

IV.- En las décadas siguientes, la guerra fría, la crisis de los misiles soviéticos en Cuba —lo más próximo a una Tercera Guerra Mundial—, la lucha por la conquista del espacio, las guerras del medio oriente, de Corea, de Vietnam, del Golfo Pérsico, de los Balcanes, de Chechenia y en el Este de África. Armamento que impresiona más, pero que ha matado menos. ¡Qué consuelo!

V.- Hoy, cansadas de pelear y matar en la tierra, las superpotencias velan su armamento convencional, sofistican aún más el del futuro y navegan hacia otros planetas.

El mundo alcanza el pico más alto de conflictos desde la II Guerra Mundial. Las 56 guerras que permanecen activas son más internacionales, con 92 países involucrados más allá de sus fronteras, según el estudio sobre la paz global del think tank Institute for Economics and Peace que elabora anualmente. en el que analiza desde la inversión militar y su costo.

Invasión rusa a Ucrania. El número de militares rusos muertos en Ucrania supera los 50.000, según la BBC; y Zelenski cifra en 31.000 los soldados muertos. Genocidio o limpieza étinia israelí contra Palestina en Gaza, ¡39,000 muertos! Sudán, Etiopía, Afganistán, Siria, República Democrática del Congo, Colombia… Y así, hasta 56 conflictos activos en el mundo. Además, cada vez tienen un componente internacional mayor. Y así, …

Para mejor análisis recomiendo: “10 conflictos para tener en la mira en 2024. Cada vez más líderes persiguen sus objetivos militarmente. Más aún creen que podrán salirse con la suya. https://www.crisisgroup.org/es/global/10-conflicts-watch-2024

¿Aprendimos la lección?

Caín, Caín ¿dónde está tu hermano Abel?

Aviso

La opinión del autor(a) en esta columna no representa la postura, ideología, pensamiento ni valores de Proyecto Puente. Nuestros colaboradores son libres de escribir lo que deseen y está abierto el derecho de réplica a cualquier aclaración.

Artículo anteriorEl PAN de cada día
Artículo siguienteLa escucha activa: un superpoder
- Advertisement -

Opinión

Nissan Kicks 2025 en Hermosillo: un diseño imponente en una edición completamente renovada

La nueva camioneta Kicks 2025 de Nissan, rompe su esquema con un diseño renovado y tecnología de punta que...

Arranca pavimentación de bulevar Real del Arco en Hermosillo: ¿Cuánto durarán los trabajos?

Hermosillo, Sonora.- Durante las próximas dos semanas se llevarán a cabo trabajos de pavimentación con concreto hidráulico en un...

Nueve de cada 10 adultos en México vivieron adversidad en la infancia, revela encuesta

Nueve de cada 10 adultos en México vivieron una experiencia adversa durante la infancia, apuntó este miércoles el director del Centro de...

Alistan construcción de puente desnivel en bulevares Colosio y Solidaridad en Hermosillo: ¿Cuándo iniciará la obra?

Hermosillo, Sonora.- En enero podrían empezar las actividades de construcción del puente desnivel de los bulevares Colosio y Solidaridad...
- Advertisement -