Kamala Harris, respaldada por un masivo apoyo demócrata, ha prometido asegurar la victoria en las elecciones de noviembre contra Donald Trump, a quien comparó con ‘depredadores’ y “estafadores” en un discurso energético hoy. Este evento marca su primer acto electoral tras la renuncia de Joe Biden a la candidatura presidencial debido a complicaciones derivadas del COVID-19.
En un discurso desde Delaware, Harris inyectó optimismo al equipo demócrata, reiterando su compromiso con los valores fundamentales del partido y prometiendo defender la libertad reproductiva ante las amenazas de Trump.
Harris, conocida por su trayectoria como fiscal de California, recordó su experiencia enfrentando a criminales y defraudadores, subrayando su capacidad para liderar en tiempos desafiantes.
“Háganme caso cuando digo que conozco el tipo (de persona) que es Donald Trump”, les dijo, remontándose a su época de fiscal de California, cuando tuvo que lidiar con “depredadores que abusaron de mujeres, estafadores que timaron a los consumidores, tramposos que rompieron las reglas en beneficio propio”.
El respaldo hacia Harris se ha consolidado entre prominentes figuras demócratas, incluidos Bill y Hillary Clinton, así como Nancy Pelosi y varios gobernadores clave. Su campaña ha recaudado un récord de 81 millones de dólares en 24 horas, destacando su capacidad para movilizar el apoyo popular.
Harris, que es negra y de ascendencia surasiática, además de la única mujer vicepresidenta en la historia de Estados Unidos, reconoció ‘una montaña rusa’ de emociones tras la renuncia de Biden y se deshizo en elogios.
“Amo a Joe Biden”, afirmó horas después de decir en la Casa Blanca que su legado es “inigualable en la historia moderna”.
“Ella es la mejor”, dijo el presidente octogenario, con la voz aún ronca por culpa de COVID-19, durante una llamada en directo justo antes del discurso de Harris.
El Partido Demócrata ha prometido un ‘proceso transparente y ordenado’ para sustituir a Biden y deberá ahora nombrar a un nuevo candidato en la convención que se celebrará en Chicago a partir del 19 de agosto de 2024, pero, es posible que no esperen a esa fecha.
Antes de la renuncia de Biden estaba previsto nombrar al candidato mediante un sistema de votación telemática durante la primera semana de agosto y el partido no ha anunciado un cambio de planes.
Kamala Harris es la gran favorita, tras ser respaldada no solo por Biden, sino por el expresidente Bill Clinton y su esposa Hillary, exsecretaria de Estado, y sobre todo por la exjefa de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
También por varios gobernadores, algunos de ellos considerados como potenciales contrincantes: Gretchen Whitmer (Michigan), Gavin Newsom (California), Wes Moore (Maryland), Andy Beshear (Kentucky) y J.B. Pritzker (Illinois).
Y por buena parte de los congresistas demócratas, tanto los moderados como los progresistas, como Alexandria Ocasio-Cortez.
¿Quién sería su compañero de fórmula?
Quedan dos pesos pesados sin haberse pronunciado: el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, y el expresidente Barack Obama, quien afirmó que el partido navegará “en terreno desconocido durante los próximos días”.
Su candidatura oxigena unas elecciones que iban a disputar dos políticos de edad avanzada e impopular entre muchos votantes.
Su equipo afirma que Harris recaudó el récord de ’81 millones de dólares’ en 24 horas solo con las aportaciones de pequeños donantes.
La vicepresidenta no dio fechas para la nominación ni aclaró la gran incógnita: a quién elegiría como compañero de fórmula si los demócratas la nombran candidata.
Si no se ponen de acuerdo entonces podría celebrarse una convención abierta a otros candidatos en Chicago.
La candidatura demócrata llevaba en la cuerda floja desde el desastroso desempeño de Biden en el debate de junio contra Trump, quien salió reforzado y vive días de gloria tras sobrevivir a un intento de asesinato y asistir a una convención republicana que le rindió culto.
En el bando republicano, el anuncio trastocó por completo la candidatura de Trump, obligándole a revisar su estrategia electoral, muy centrada en presentar a Biden como un anciano que se confunde y es torpe.
Estos argumentos podrían volverse en contra del republicano si se enfrenta a la vicepresidenta, casi 20 años menor que él.
El nerviosismo es palpable a pesar de que encuestas recientes dan a Trump una estrecha ventaja sobre Harris (48% de la intención de voto frente a 46%).
El senador J. D. Vance, compañero de fórmula de Trump, denunció este lunes un proceso ‘antidemocrático’ para destituir a Biden urdido a escondidas por una élite bajo la influencia de Obama y del financiero George Soros.
Con información de DW.