Hermosillo, Sonora.- Ana Paula Villalvazo Carrillo es una activista ambiental de Hermosillo que, a sus 18 años, ya ha colaborado con diferentes instituciones de talla internacional; actualmente diseña un proyecto de conservación de tortugas marinas en Bahía de Kino y San Carlos.
“Han sido dos problemáticas las que me han despertado mi atención, una de ellas fue el desastre del 2014 del Río Sonora, a mí me tocó presenciarlo de más pequeña, ya que familiares míos fueron afectados por el derrame que hubo; y por otra parte la situación de la tortuga marina en San Carlos y Bahía de Kino que se encuentra en un estado crítico de extinción”, contó para Proyecto Puente.
La joven señaló que su primer acercamiento con causas ambientales fue cuando participó en el concurso Slingshot Challenge 2023, de National Geographic Society y Paul G. Allen Family Foundation, mediante un proyecto de sistema de monitoreo para los ríos.
“Fue la primera vez que me tocó desarrollar un proyecto tecnológico, esto por el caso de lo que es el Río Sonora, con el que pudiera llevar a cabo una solución integra y adecuada para el desastre ambiental que grandes rasgos a través de un sistema de sensores del PH, oxidación y reducción de sólidos disueltos se pueda determinar la calidad del agua”, explicó.
Villalvazo Carrillo platicó que tras finalizar el proyecto de NatGeo y la fundación Paul Allen, el comité del Slingshot Challenge se comunicó nuevamente con ella para invitarla a dar pláticas como ponente de laboratorios virtuales para jóvenes del todo el mundo.
“Me tocó dar aproximadamente 12 pláticas fueron laboratorios donde conocí distintas personas de todo el mundo, pero algo que me llamó la atención es que mucha de la juventud que quiere hacer algo es de México, y yo estoy en la última etapa de entrar a la universidad a la que aspiro y ha sido con este proyecto (del Slingshot Challenge 2023)”, mencionó.
Ana Paula expuso que el tema de la protección de las tortugas marinas comenzó a interesarle cuando se relacionó con instituciones como el Centro de Rescate, Rehabilitación e Investigación de Fauna Silvestre (Crrifs), y gracias a ellos validó un proyecto para la conservación de la especie.
“Una vez que platiqué con ellos sobre el proyecto, lo que quería es tener una validación, por que con este proyecto había participado en diferentes plataformas de expociencias y se me otorgó un pase internacional a Indonesia, un concurso que se llevó a cabo en noviembre del año pasado (virtual)”, apuntó.
La ambientalista comentó que sus proyectos están muy enfocados en problemas que se tienen en Sonora, por lo que busca seguir estudiando y trabajando en la entidad, pues considera que, de irse, sus esfuerzos no tendrían el mismo impacto desde fuera.
“Quiero aprender y tener las herramientas para en el caso del sistema de monitoreo de ríos, por ejemplo, saber cómo es la programación para cada uno de los sitios web que se requieran aquí, para que todo lo que se recopile a través de este sistema sea de acceso público”, indicó.
Agregó que en el caso de las tortugas marinas, se cuenta con un proyecto para herramienta de vigilancia en vías de desarrollo y se busca ponerlo en marcha por primera vez en San Carlos, Guaymas.
“Yo creo que actualmente no hay una falta de empatía con los temas ecológicos, si no una falta de identidad, porque muchas veces si sientes empatía, pero parcial, y cuando tú te sientes identificado con algo realmente vas a estar ahí para accionar hacia esa situación o esa problemática que vives día tras día”, culminó.
Actualmente Ana Paula lidera la organización ambiental juvenil de ‘Ecos del Desierto’, con la que se abordan distintos tipos de temas que están a cargo de sus integrantes y sirve para comenzar a socializar más los temas de protección de los ecosistemas.
“Nos tocó hacer un bazar donde se juntaron diferentes asociaciones civiles que también son del tema de protección ambiental, y cada una de estas se enfocan en distintos temas que no se han trabajado en la región y se visibilizan, porque la mayoría no son del todo observados”, aseveró.
La joven activista se encuentra en su último semestre de preparatoria, con aspiraciones de estudiar la licenciatura en Negocios Internacionales e involucrar sus proyectos de medio ambiente a través de un modelo de negocios sostenible.