Hermosillo, Sonora.- Corico y Churro son un par de loros frente naranja que fueron rescatados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) del tráfico ilegal de mascotas en la frontera con Nogales y trasladados al Centro Ecológico de Sonora.
Rebeca Araujo, veterinaria del Centro Ecológico de Sonora informó que hace aproximadamente dos semanas llegaron estos pequeños loros, los cuales venían con menos plumas.
Corico y Churro, como fueron bautizados, necesitan más atención, pues aún no saben comer por cuenta propia, nivelar su temperatura y deben ser alimentados cada cuatro horas, por lo que tienen atención las 24 horas, los siete días de la semana.
“Estos dos bebés que tengo aquí son Corico y Churro, ellos dos son unos loros frente naranja y estos dos bebés no nacieron aquí en el Ecológico, ellos dos fueron rescatados por parte de Profepa del tráfico ilegal de mascotas en la frontera de Nogales y fueron traídos al Ecológico para que fueran rescatados y para que puedan tener todos sus cuidados necesarios.
Ya que ahorita que están todavía muy bebés, no tienen sus plumas como pueden ver, no saben comer por su propia cuenta ni tampoco termorregularse correctamente, entonces cualquier cambio de temperatura brusco pueden ser fatales para ellos.
Además, estos pequeñitos ocupan comer cada cuatro horas, entonces ocupan atención médica 24-7”.
Declaró también que aunque en esta ocasión fueron los únicos que recibieron, ya han tenido anteriormente otras especies que fueron rescatadas del tráfico. En 2023, por ejemplo, recibieron 18 loros frente blanca, mismos que ya son adultos y se encuentran en exhibición para que las personas puedan verlos durante su visita.
Diana Karen Durazo Ruiz, encargada de despacho CEDES, reiteró que el Centro Ecológico se ha convertido en un espacio de depósito para las especies decomisadas permitiendo que puedan preservarse o tener un mejor manejo.
“El Centro Ecológico del Estado de Sonora hace una UMA, una unidad destinada a la conservación o al manejo ambiental como sus letras lo dicen.
Tienen una relación, una comunicación muy estrecha con otras instituciones como lo puede ser la Profepa, al ser nosotros una UMA, también nosotros podemos ser un espacio para depositar todo ese tipo de especies que han sido decomisadas.
A efecto de algunos de esos ejemplos son Churro y Corico que pudieron ver, pero también otras especies, incluso algunos felinos que han sido recuperados de instituciones muy conocidas o de casas de personas que tenían estos animales como mascotas”.