El avistamiento de auroras boreales en el noroeste del país ha sido un fenómeno presenciado en las últimas 48 horas por numerosos observadores de diversas partes del mundo.
Alfredo Manríquez Rangel, divulgador de la ciencia en Sonora y encargado del observatorio astronómico del Centro Ecológico de Sonora, nos explica el origen de este evento astronómico.
Desde la noche del 10 de mayo, se presenciaron estas auroras boreales también en latitudes bajas, un espectáculo poco común en estas regiones. Este fenómeno fue anticipado por expertos que anunciaron un aumento en la actividad solar, que cada 11 años entra en un ciclo de intensa actividad y es marcado por la aparición de numerosas manchas solares.
Estas manchas solares, comparables a volcanes en la Tierra, se encuentran en regiones del sol donde ocurren explosiones que lanzan material al espacio. Durante este ciclo, un grupo de manchas solares excepcionalmente grandes, más de diez veces del tamaño de la Tierra, fueron visibles a simple vista.
El material lanzado por estas explosiones solares tarda alrededor de tres días en llegar a la Tierra.
La interacción de este material con el campo magnético del planeta da lugar a las auroras boreales, fenómeno que se produce cuando las partículas solares chocan con la atmósfera terrestre, calentando la capa superior llamada ionosfera.
Los colores característicos de las auroras boreales, como el verde, son el resultado de la interacción de las partículas solares con los gases atmosféricos, como el oxígeno y el ozono, en un efecto similar a las luces de neón.
Aunque este fenómeno es inofensivo, es poco común observar en latitudes bajas, lo que generó un gran interés en la comunidad.
Se reportaron avistamientos en lugares como Ciudad Obregón, Hermosillo, Zacatecas y Durango, donde numerosas personas tuvieron la oportunidad de presenciar este espectáculo natural.