Hermosillo, Sonora.- A 88 años del nacimiento de Abigael Bohórquez, se celebran las aportaciones del caborquense a la literatura sonorense.
El artista, quien falleció en 1995 en Hermosillo, figura como uno de los escritores de la entidad que más ha trascendido en la historia literaria, a pesar de no ser debidamente reconocido en su época, pues su legado de poesía, ensayos, cuentos y obras de teatro ha influido en generaciones posteriores.
Abigael estudió teatro y composición dramática en la Academia Andrés Soler en la Ciudad de México durante los años 50; posteriormente, vivió durante 30 años en el centro del país, donde colaboró con distintas revistas y periódicos en las que comenzaba a perfilarse su estilo narrativo y los temas que le preocupaban.
A principios de la década de los 90 regresó a Sonora, donde intentó volverse un académico de la Escuela de Letras, sin embargo, no fue aceptado ya que no contaba con título universitario.

Para Abigael su obra fue un punto de partida para poder relacionarse con escritores contemporáneos como Efraín Huerta, Carlos Pellicer y José Revueltas, con quienes sería instaurado en una llamada “corriente subterránea” de la literatura mexicana de los años 60, hasta finales de los 80.
El autor vivía de su escritura, pues los ingresos con los que subsistía provenían de la publicación de artículos, ensayos y entrevistas que realizaba.
Fue hasta en 1993 que obtuvo la beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora, con la que escribió las obras teatrales “Nombre de perro“, “La sagrada familia” y “Mucha ropa, pelos, pelos“, las cuales le darían visibilidad.
A finales de ese año ganó el Premio de Poesía Clemencia Isaura por su libro “Navegación en Yoremito“, mientras publicó a nombre del Instituto Sonorense de Cultura (ISC) el pasquín “Dónde y cuándo“, donde sería objeto de críticas, expresiones de desprecio y ofensas.
Pese a sus múltiples premios y reconocimientos, Abigael Bohórquez no tuvo gran fama, reconocimiento ni remuneración económica en vida, y fue hasta después de su fallecimiento que su obra empezó a recibir valor en su redescubrimiento.