Hermosillo, Sonora.- El Museo Regional de Sonora, en Hermosillo, reabrió las puertas de los calabozos de la Antigua Penitenciaría de más de 100 años, para toda la gente que no alcanzó a visitarlos durante la conmemoración de los 85 años del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Martha Olivia Solís, directora del museo, compartió que este viernes 16 de febrero comenzó un programa de visitas a los calabozos de cada 15 días, por lo que la próxima apertura se programó para el primero de marzo y la última anunciada, el 15 de ese mes.
“A partir de que recibimos a muchísimas personas con este interés por conocer su patrimonio, la historia lo que sucedió detrás de estos muros, prácticamente abrimos los calabozos, dos de los 35 espacios de las celdas de castigo que se tenían en aquel entonces, y que pertenecen a toda la estructura”, señaló.
Destacó que la respuesta de la ciudadanía en esta ocasión ha sido muy buena y no sólo se interesan por conocer y observar los diferentes espacios, pues también preguntan sobre su historia.
“Ojalá que tengan oportunidad de venir y ver, que también es muy bueno conocer su patrimonio cultural, los calabozos son espacios reducidos ya que son celdas de castigo, otras comunitarias, y forman parte de todo este periodo de represión social y política que se tuvo en el siglo XX”, expresó.
Martha Olivia agregó que el museo tiene varios espacios además de los calabozos, como son el paredón donde se ejecutó por última vez en México una pena de muerte, la parte donde estaba el alcaide (encargado de la cárcel), el área donde estaban las mujeres, el patio central, donde se tienen celdas abiertas al público, entre otros.
“Para que la gente conozca cómo eran las celdas de los presos, cómo vivían, cómo tenían un sistema de agua que era muy moderno para esa época, todo eso es necesario que se conozca por que fue parte un funcionamiento, de un desarrollo de la vida social de Hermosillo y de Sonora”, expuso.
La responsable del Museo Regional reiteró que en el edificio histórico se tienen atractivos de todo tipo, además de que se continúa trabajando en el inventario y registro de más de dos mil piezas etnográficas, arqueológicas e históricas, que se encuentran en resguardo, para en un futuro hacerlas partes de una exposición propia y permanente.
“Tenemos una escultura de Tetabiate como una forma de rendir homenaje al pueblo Yaqui, quienes precisamente fueron ellos, en su mayoría, quienes erigieron con su fuerza este edificio, que ahora vemos como un icono, pero que en aquel entonces era todo lo opuesto”, agregó.