Hermosillo, Sonora.- Vecinos de la colonia Insurgentes, al norte de Hermosillo, reportaron tener problemas con el suministro de agua potable desde hace varios meses, incluso aseguraron que no pudieron ayudar a un vecino que murió luego de que se incendiara su vivienda, debido a la falta del líquido.
En un recorrido de Proyecto Puente por el lugar, vecinos que viven en la cañada del callejón Molino de Camou y calle Dos Final contaron que desde noviembre han tenido problemas con la presión del agua, lo que impide que llegue hasta la casa de arriba.
Lizbeth Olan, vecina que radica desde hace 16 años en la colonia, cuenta que desde el pasado jueves por la noche volvió el agua en algunas viviendas, sin embargo, continúa la baja presión y el desabasto en la mayoría de las casas de lo más alto del sector.
“Usamos agua para lavar los trastes, y tenemos contrato de agua, los vecinos de enfrente tienen también, los de a un lado, y los de atrás; pero así no sube el agua, aun así, no ha venido Agua de Hermosillo. Yo creo que la subida del agua fue porque lo reportamos”, relató.
Catarino, quien vive desde hace 2 años en la colonia, platicó que a finales de noviembre fue cuando comenzaron a experimentar disminución en la presión del agua.
“Ahorita (a las 11:00 horas) aquí no hay agua y ya se cortó, hasta la noche llegó un poquita. Pero vuelve, porque vuelve, ha sido el único día desde hace mucho que no nos llegaba”, externó.
Karina, familiar de Catarino, y quien tiene viviendo en la Insurgentes desde hace 15 años, señaló que la noche de este jueves 11 de enero, cuando llegó alrededor de las 11:00 horas, se percató que un hilo de agua corría por su llave, por lo que se quedó hasta tarde recolectando lo que le fuera posible.
“Como no estaba llegando el agua, pues mi hermana le daba, ella vive aquí a una cuadra abajo. Me acosté casi a las tres de la mañana llenando todo lo que tenemos, y esperamos que vuelva en la noche”, mencionó.
Alejandra Olan, madre de familia y que tiene viviendo desde hace 25 años en el lugar, relató que en ocasiones anteriores se habían quemado otras casas en el lugar, sin embargo, debido a la falta de agua en las viviendas nunca les ha sido posible ayudar.
“No hay agua en el día, ni en la tarde, en la noche sale muy poquita y la tenemos que jalar con la bomba, pero hasta para eso nos quieren multar también, nada de agua tenemos, a veces sale de poquito y eso es lo que aprovechamos a jalar, a veces pagamos pipa, pero ni la pipa nos quiere traer el agua”, apuntó.
Por su parte, Perla Guadalupe, pareja de un vecino de la parte inferior, y que contaba con agua, indicó que a pesar de contar con bastante agua a cada rato se le corta el suministro, y son aproximadamente unas seis horas las que se queda sin el líquido vital.
“A cada rato se me va, todos los días tengo agua en la mañana, y se me va como a eso de las seis o siete, y en la madrugada me llega; los vecinos si llegan a pedirme agua, y claro compartimos”, dijo.