Estamos iniciando año, con todas las posibilidades y oportunidades que brinda el estar en un nuevo comienzo, como decir: año nuevo, vida nueva.
¿Como fue el 2023?
Aunque es pasado, es necesario cerrarlo bien. ¿Sí se cumplieron expectativas?, ¿sí quedaron pendiente cosas por hacer? Hagamos que si hay pendientes no afecten lo que estamos iniciando.
Cerrar un año en armonía, con paz y satisfacción, nos permite abrir e iniciar en armonía y en paz.
Cada vez que iniciamos algo, viene con la ‘carga’ de nuestra programación, con lo que consideramos nuestra realidad, pero también con mucho qué hacer por uno mismo con grandes retos.
Una realidad que hemos construido a través de los días, sin embargo, es una realidad que en cada uno está seguir así o modificarla en función de lo que queremos que permanezca, siga desarrollándose y lo que queremos cambiar.
¿Qué quieres en tu vida?, ¿o qué quieres para tu vida?
Si en tu vida hay temas que causan malestar emocional, como enojo, tristeza, donde seguramente hay un diálogo que te genera ansiedad, miedo, frustración, y además puedes tener una mala relación con tu parte divina, con Dios como pérdida de fe, esperanza, y esto generarte desconexión, vacío existencial, donde sientes y piensas que no tienes vida, aún cuando estés en ella:
Primeramente, recuerda que tienes el poder para cambiar el rumbo, la frecuencia y vibración de tu vida, conectarte con tu parte divina, reorganizar tu futuro y crear tu nueva realidad.
Así que inicia hoy revisando y tomando conciencia primeramente cómo es tu estado emocional: ¿estás contento?, ¿te sientes alegre?
Luego observa qué esta pasando en estos momentos en tu vida, qué te dices con respecto a lo que te pasa.
Siempre hay un diálogo del que puedes ser o no consciente. Date cuenta qué te estás diciendo: vas a poder, no vas a poder, te gusta, no te gusta, es pesado, es difícil para ti, o es algo que estás seguro que puedes acomodar, sacar adelante y además disfrutar plenamente.
Construyámonos desde una salud emocional, un equilibrio mental y una conexión espiritual.