Estados Unidos enfrenta nuevamente la posibilidad de una parálisis presupuestal que detendría el funcionamiento de los servicios públicos y enviaría a desempleo técnico a miles de funcionarios del Estado federal, si los legisladores no se ponen de acuerdo sobre una ley de presupuesto, con la ayuda militar a Ucrania en medio del problema.
Cuatro meses después de casi caer en un ‘default’ sobre su deuda pública, el Congreso debería adoptar antes del 1 de octubre la ley de presupuesto 2024 para evitar la parálisis del gobierno.
Las primeras víctimas del entuerto serían unos dos millones de funcionarios federales que no recibirían su salario mientras dure lo que se conoce como “shutdown” o cierre de servicios públicos.
El Congreso suele incumplir ese plazo y aprueba proyectos de ley provisionales para evitar interrupciones mientras termina su trabajo.
A poco más de un año de las elecciones presidenciales, en las que el mandatario demócrata Joe Biden buscará la reelección, las tensiones en el Congreso están en su climax.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, trató de evitar un escenario de cierre de gobierno cuando alcanzó un acuerdo de gasto con el presidente demócrata Joe Biden esta primavera.
Pero algunos miembros de su partido han amenazado con destituirlo si no apoya recortes más drásticos que seguramente serán rechazados por el Senado, controlado por los demócratas.
Los republicanos controlan la Cámara por una estrecha mayoría de 221-212 y les sobran votos. McCarthy ha dejado en suspenso el proyecto de ley provisional y, en su lugar, impulsará una legislación que refleje las prioridades conservadoras.
“El financiamiento del gobierno es una de las responsbilidades fundamentales del Congreso. Es tiempo de que los republicanos comiencen a hacer el trabajo para el cual Estados Unidos los eligió”, lanzó el sábado Joe Biden.
La Casa Blanca lanzó otro dardo el lunes al acusar a los “radicales republicanos de la Cámara” de Representantes de tomar el riesgo de “comprometer la asistencia alimentaria vital para casi siete millones de mujeres y niños vulnerables” y de “jugar con la vida de las personas”. Es que una posible parálisis de servicios públicos corta estos gastos federales.
Las tensiones entre los demócratas y parte los republicanos se centran en un paquete de ayuda adicional a Ucrania, tras la visita el jueves a Washington del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Los dos partidos en el Senado son favorables a esta asistencia. Pero en la Cámara Baja, controlada por la oposición, un grupo de legisladores partidarios de Donald Trump rechazan dar sus votos.
“No votaré un solo centavo a la guerra en Ucrania. Estoy primero por Estados Unidos”, declaró la republicana Marjorie Taylor Greene, cercana a Trump.
“Las personas de mi distrito, y de todo el país, están hartos de financiar a otros”, dijo de su lado el representante Eli Crane.
Tensiones recurrentes
Esta votación presupuestal en el Congreso se convierte regularmente en una pulseada, con los servicios públicos en medio del combate para obtener concesiones de la otra parte. En general, el asunto se resuelve a último momento.
Información de Expansión.mx