Ciudad de México.- El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) explicó acerca de la bacteria ‘come carne’, por la cual incluso existe una alerta sanitaria en Estados Unidos, en el área del Golfo de México.
Vibrio vulnificus, nombre de la bacteria, se encuentra en ambientes marinos cálidos o tropicales, y si bien no es común, puede causar gastroenteritis y pasar a la sangre produciendo septicemia, presencia de bacterias en la sangre.
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La infección produce necrosis en la piel y en personas afectadas, puede complicarse y producir amputaciones y alcanzar niveles de mortalidad del 50 por ciento.
Puede contraerse al consumir mariscos crudos, mal cocinados o por contacto directo con la bacteria a través de heridas en la piel.
Si bien en México no existe vigilancia para la bacteria, y se tienen pocos reportes, el CIAD expone que se encuentra en ambos litorales, pues estudios arrojan que se reporta en agua de mar, ostiones y otros productos marinos.
En 2011, el centro realizó un estudio para detectar diferentes especies de Vibrio en la bahía y áreas cercanas a Guaymas, donde se logró identificar V. vulnificus a bajas concentraciones en el agua de mar.
Incluso se encontró aún en aguas frías (15.8 °C), lo cual es inusual para una bacteria que prefiere los climas cálidos; también en la región hay reportes de su detección en ostión y pata de mula en Sinaloa y Sonora, respectivamente, detalló el CIAD.
El incremento de la temperatura en los océanos ocasionado por el calentamiento global ha propiciado una mayor distribución de esta y otras bacterias.
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Se estima que la llamada bacteria come carne es uno de los patógenos que pueden verse beneficiados, pues las altas temperaturas le favorecen y podrían, incluso, aumentar su patogenicidad, por lo que es probable que el número de casos siga en aumento.
Aunque es considerada una bacteria con alto índice de mortalidad, las personas con enfermedades crónicas o un sistema inmune deprimido, tales como diabéticos, con afectaciones hepáticas, arritmias, fallas renales, o personas de edad avanzada, son mucho más susceptibles, así como personas con heridas abiertas.
Los mariscos contaminados con V. vulnificus no se ven, saben o huelen diferente, por lo que, si somos personas vulnerables, la mejor forma de cuidarnos es evitar consumo de mariscos crudos en esta época y evitar contacto con el agua si tenemos heridas.
Con información del CIAD.