Donald Trump cambió a su equipo de abogados sólo unas horas antes de entregarse ante las autoridades de Georgia, dentro de un proceso donde se le investiga por intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020.
Trump había tenido hasta ahora como principal defensor en Georgia a Drew Findling, pero decidió nombrar en su lugar a Steven Sadow, especializado en casos “de guante blanco y alto perfil”.
Sadow recalcó en un comunicado que “el expresidente nunca debería haber sido imputado” en este caso porque, de hecho, “es inocente de todos los cargos”, informa la cadena CNN.
La Fiscalía considera, sin embargo, que formaba parte de una red criminal que intentó cambiar los resultados electorales.
Sadow ha criticado en el pasado la ley contra el crimen organizado utilizada por la fiscal del condado de Fulton, Fanni Willis, para inculpar colectivamente a los 19 acusados, una norma que prevé un castigo de entre cinco y 20 años de cárcel.
El 14 de agosto, un gran jurado designado por la fiscalía los acusó de intentar ilegalmente obtener la anulación del resultado de las elecciones de 2020, ganadas en este estado clave por el actual presidente, el demócrata Joe Biden.
Los 19 acusados tienen hasta el mediodía del viernes (tiempo local) para presentarse ante las autoridades.
Se espera que regresen a la corte la semana del 5 de septiembre, presumiblemente para anunciar si se declaran culpables o no.
La fiscal Willis pretende que el juicio tenga lugar en marzo de 2024.
Trump ya ha adelantado que se entregará este jueves, lo que dará pie a la difusión de una simbólica ficha policial y le obligará a desembolsar una fianza de 200 mil dólares a cambio de no entrar en prisión y permanecer en libertad provisional.
El hecho promete ser una de esas secuencias históricas que mantienen al país en vilo: el exjefe de Estado podría verse obligado a someterse al “mugshot”, la toma de fotografías a los acusados, una práctica a la que pudo escapar, en razón de su notoriedad, en las tres ocasiones anteriores en las que se entregó a las autoridades.
Su exabogado Rudy Giuliani, uno de los 19 procesados por los intentos de obtener la anulación del resultado de las elecciones de 2020 en este estado, dijo el miércoles que habló con Trump para desearle buena suerte.
“Lo que le están haciendo es un ataque a la Constitución estadounidense”, protestó el exalcalde de Nueva York al salir de la prisión del condado de Fulton, en Atlanta, la capital del estado, donde fue oficialmente encarcelado antes de salir bajo fianza.
La permanencia de Trump en la superpoblada e insalubre prisión conocida como Rice Street Jail debería ser igualmente breve, pero el favorito a la nominación republicana para las elecciones de 2024 estará bajo escrutinio de periodistas de todo el mundo, que están acampando en los alrededores desde hace varios días.
Trump es objeto de cuatro cargos penales, dos a nivel federal, en Washington y Florida (sureste), uno en el estado de Nueva York y otro en Georgia.
Cada uno de estos procesos le reporta, sin embargo, millones de dólares en donaciones, aportadas por partidarios convencidos de que es víctima de una “caza de brujas”.
Ausente del debate republicano
El rápido paso de Trump por prisión tiene lugar después del primer debate para las primarias republicanas, celebrado el miércoles por la noche en Milwaukee, Wisconsin, al que el magnate consideró innecesario concurrir visto su liderazgo en las encuestas.
Trump concedió, en cambio, una entrevista a Tucker Carlson, expresentador estrella de Fox News, que fue transmitida por la red social X al mismo tiempo que el debate.
“¿Por qué debería permanecer allí durante una hora o dos (…), siendo acosado por personas que ni siquiera deberían ser candidatos presidenciales?”, dijo el exmandatario para justificar su ausencia.
Los ocho candidatos presentes en Milwaukee protagonizaron tensas discusiones, a veces sobre Trump, en particular sobre la cuestión de si continuarían respaldando al expresidente si fuera declarado culpable.
Información de EL Economista